El otoño llega para quedarse

Bea Costa
bea costa VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

El centro de Vilagarcía volvió a inundarse por la tromba de agua caída al mediodía

04 nov 2014 . Actualizado a las 04:59 h.

El río Con a su paso por el centro de Vilagarcía volvió a alcanzar ayer, a las dos de la tarde, cotas preocupantes. A esa hora caían chuzos en el centro de la ciudad y coincidía con la marea alta, pero la lluvia paró a tiempo para que el caudal no saliera de su cauce. Con todo, a los coches que estaban aparcados en Rodrigo de Mendoza, frente a la explanada de Fexdega, les llegó el agua a mitad de las ruedas. Los desagües no daban a basto para tragarse la cantidad de agua que a esa hora descargaron las nubes. En la estación meteorológica de Corón (Vilanova) se registraron ayer picos de 54,4 litros por metro cuadrado, aunque no fue el vilanovés el municipio más afectado por las lluvias.

El segundo aguacero del otoño -a mediados de octubre llegó la ciclogénesis Margit- se cebó especialmente con Vilagarcía, donde los servicios de emergencias tuvieron un mediodía de gran actividad. Tuvieron que intervenir en la calle López Ballesteros, donde fue necesario cortar la vía del tren; en Matosinhos y A Xunqueira hubo bolsas de agua y también fue necesario cortar la vía en las calles O Freixo y Vimbio. Al mediodía, en las calles Rey Daviña, Rodrigo de Mendoza, Agustín Romero, Arapiles, Colón, el parque de A Xunqueira, avenida da Mariña y la rotonda de La Marina Española las arquetas manaban agua como si fueran cascadas. Y en Pablo Picasso también hubo problemas. A las tres de la tarde había pasado lo peor y poco a poco fue restableciéndose la normalidad.

Toda la semana

Las precipitaciones aparecieron ayer acompañadas de viento, lo que provocó que en O Grove y en Cambados se movieran contenedores y hubiera que asegurar algún cartel que corría peligro de desplomarse.

El mal tiempo llegó con noviembre y lo hace para quedarse, al menos durante la próxima semana. Según las predicciones de Meteogalicia, en Arousa lloverá los próximos siete días, aunque parece que hoy y mañana se producirá alguna tregua que dejará ver lucir el sol. Lo que sí amainará es el viento, que ayer pegó con fuerza en la ría. En cuanto a las temperaturas, se acabó lo que se daba. Con mínimas de 10 y 11 grados que se anuncian a partir de mañana ya no será posible seguir saliendo a la calle en mangas de camisa.