Los radares costeros ya operan en la cornisa litoral de Pontevedra
21 nov 2013 . Actualizado a las 06:58 h.Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior, calificó ayer de «buena noticia» el hecho de que en Pontevedra, «la quinta provincia costera en superficie de litoral de España, se halla prácticamente culminado la implantación del SIVE -Sistema Integrado de Vigilancia Exterior-». A este respecto, no dudó de que el sistema de radares costeros de la Guardia Civil es un mecanismo «fundamental para luchar contra el tráfico criminal de personas, que significa la emigración irregular por vía marítima, el tráfico de drogas o la criminalidad organizada».
El SIVE compagina la implantación de radares fijos en puntos estratégicos del litoral con otros móviles que sirven de refuerzo o complementan a los primeros en aquellas zonas sin cobertura. Los datos recabados son recepcionados en una centro de control ubicado en la Comandancia de Pontevedra que, en función de cada situación, decide el tipo de intervención a realizar.
Fernández Díaz apuntó que implica una vigilancia «extraordinaria», al tiempo que «permite ser muy eficaces» en la erradicación de el contrabando o el narcotráfico. «Permite hacer de nuestro país un país más seguro, más impermeable a la criminalidad y a la delincuencia que llega a nuestras fronteras, nuestras costas», aseguró durante una visita a la Comandancia de Pontevedra.
Fortalezas y debilidades
Tras apuntar que aún es pronto para valorar su implantación, el ministro aludió a lo ocurrido recientemente en Lampedusa. Así, dejó claro que el SIVE tiene una componente humanitaria, ya que permitiría una actuación más ágil y eficiente en caso de un siniestro o emergencia marítima.
En cualquier caso, refirió que este mecanismo es «es una de nuestras fortalezas. Tenemos otras debilidades, que yo no voy a mencionar, pero una de nuestras fortalezas, y a efectos económicos es importantísimo, es que España sea percibido como un país seguro».