Los ventanales de la instalación son la puerta de entrada de las humedades
23 oct 2013 . Actualizado a las 06:57 h.Los años comienzan a pasar factura a las instalaciones deportivas de Vilagarcía. Y los achaques se ceban especialmente, y tan pronto han aparecido las lluvias otoñales, con las situadas en Fontecarmoa. Si la semana pasada el Portomar Cortegada tuvo que suspender alguna sesión de entrenamiento por la condensación que había en la pista del pabellón principal, en los últimos días han sido las goteras las que han aflorado con vigor en la piscina municipal.
El martes fue jornada de puertas abiertas para los padres de los pequeños que acuden a la instalación para dar sus primeras brazadas. Y muchos de ellos observaron, con sorpresa, como aparecían las goteras. El fuerte temporal que azotó a toda Galicia hizo de las suyas también en la piscina municipal.
En realidad, tal y como reconocen desde Serviocio -la empresa concesionaria de la instalación- y desde el Concello el problema viene de lejos. Gerardo Calvo, el responsable de la firma en Vilagarcía, explica que durante el verano se han estado realizando labores de mantenimiento para intentar acabar con los problemas detectados el invierno pasado pero ahora han aflorado nuevas goteras. «Es un problema muy difícil de controlar», explica Calvo.
Colaboración
Desde Ravella apuntan que tanto el Concello como Serviocio colaboran para tratar de minimizar estas incidencias colocando para ello telas aislantes en las juntas de las ventanas. Así lo acordaron ayer la presidenta de la Fundación de Deportes, Elena Suárez, y los responsables de la concesionaria. Los ventanales de la instalación, orientados hacia el sur, son la puerta de entrada de las humedades. En este sentido, parece que la decisión de talar varios árboles cercanos a la piscina y que ayudaban a protegerla de los temporales no ha ayudado.
Los trabajos para intentar subsanar las deficiencias comenzarán de inmediato. En realidad empezarán cuando las condiciones lo permitan. De hecho, Gerardo Calvo explicaba ayer que durante la mañana se realizó una primera inspección de la instalación aprovechando que las lluvias firmaron una tregua. Cuando la calma pueda alargarse durante más tiempo sin la amenaza de alguna borrasca traicionera se realizarán los trabajos de verdad, para los que será necesario una grúa.
A pesar de las goteras, de todas formas, la instalación funciona con total normalidad y no está previsto que las reparaciones influyan en el día a día de los usuarios.