El cocinero, laureado por la Guía Michelin, recibió ayer un homenaje
18 dic 2012 . Actualizado a las 06:52 h.Dice Javier Olleros que hablar en público no se le da bien. Ni siquiera jugando en casa y enfrentándose a un auditorio que había acudido al Concello de O Grove para rendirle homenaje. «O meu é estar nos fogóns», decía el cocinero, a modo de excusa. De eso a nadie le queda ya la menor duda: el Culler de Pau, su restaurante, acaba de recibir una Estrella Michelin, el óscar del mundo de la cocina. «Ese recoñecemento está ben», diría también Olleros. «Pero o que de verdade nos fai felices é sentir o cariño da profesión e da xente do noso pobo», concluía, utilizando ese plural que abarca -una y otra vez- a todo su equipo.
Ese cariño del que hablaba Olleros se tradujo ayer en muchas cosas. Pero, sobre todo, en el gesto de una histórica de la gastronomía grovense, Digna Prieto, que desde la primera fila miraba con orgullo al que para algunos es el chef revelación de la temporada. Cuando ambos, unidos por el amor a los productos de calidad y a los sabores auténticos, se estrecharon las manos, Digna le regaló a Olleros un consejo: «Traballo, traballo, traballo». La receta, reconoce la experta cocinera, ya se aplica desde hace tiempo en el Culler de Pau, pero hay que tenerla siempre bien presente. «El xa o sabe. É un rapaz marabilloso, é un artista, e o recoñecemento que lle fixeron é un orgullo para todos os hostaleiros do Grove».
De orgullo, precisamente, habló el presidente de este colectivo, Pablo Agrelo, quien quiso aplaudir el trabajo que Olleros realiza desde su restaurante de San Vicente, que funde, tanto en su diseño como en los platos que salen de su cocina, el mar y la tierra.
De orgullo volvió a hablar el alcalde Miguel Pérez (PP), quien -gajes del oficio de político- tuvo que arrimar el ascua a su sardina. La Estrella Michelin de Olleros «reforza a idea de que O Grove é un destino para comer», dijo. El chef del Culler de Pau, depositario de las buenas artes de «moitas xeracións de profesionais», ha colado a O Grove en la «Champions League da cociña. E como pasa coa Champions League, aí so están os mellores», concluyó el regidor. Y, por si a alguien le quedaban dudas, O Grove tiene ahí reservado un lugar de honor.