Un narco explica su patrimonio en base a tres décadas de trabajo

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

AROUSA

RAMÓN LEIRO

José Secundino negó cualquier vinculación con el blanqueo de dinero

28 nov 2012 . Actualizado a las 06:57 h.

Un negocio de pedaletas en Silgar, la construcción, la compraventa de vehículos, la gestión de un pub, las propinas, transacciones inmobiliarias, inversiones financieras y en Bolsa... Todo esto se encuentra detrás del importante patrimonio que ha amasado José Secundino Fernández Fernández, Dino, a la largo de las últimas tres décadas. Así, al menos, lo sostuvo ayer en la Audiencia de Pontevedra en el transcurso de la primera jornada del juicio que se sigue contra este subalterno de Laureano Oubiña y parte de su familia por un supuesto delito de blanqueo de dinero procedente del narcotráfico.

Remarcó que en la mayoría de sus trabajos cobró en negro y que si puso muchas de sus propiedades a nombres de terceros fue para no descubrir esta circunstancia. En cuanto a las cuentas bancarias en las que figuraban sus allegados, argumentó, entre otras cuestiones, que desconfiaba de las entidades. «Todo lo pago con el dinero de mi trabajo», remarcó José Secundino, quien precisó que lleva trabajando desde los 15 años. En diciembre cumplirá 46.

Con respecto a su vinculación con el mundo de la droga, fue igual de contundente: «Fui detenido, juzgado y ya cumplí condena». No obstante, terminó reconociendo que aún tiene pendiente un proceso judicial a raíz de una operación policial desarrollada en junio del 2008 en relación con una transacción de un kilo de cocaína.

A preguntas del fiscal, no tuvo inconveniente en explicar el hecho de que a uno de sus vehículos le hubieran practicado una caleta, esto es, un habitáculo que sirve para ocultar objetos. Así, tras precisar que la empleaba para guardar sus efectos personales cuando iba a la playa en Vigo, añadió: «Vivía en Coia, un barrio muy conflictivo».

En cuanto a los cuarenta mil euros en efectivo localizados en su piso, así como con respecto a los tres relojes de alta gama que también se intervinieron, precisó que el dinero procedía de la venta de un piso, mientras que, en teoría, solo uno de los relojes, un Rolex, sería original.

Antes de que Dino prestara declaración, los abogados de la defensa trataron de que el tribunal anulase algunas de las pruebas, al tiempo que trataron de sembrar las dudas sobre determinadas escuchas telefónicas. Sobre estas cuestiones previas está previsto que los magistrados se pronuncien en la sentencia, si bien ayer dejaron caer que no les constaba ninguna anomalía en el auto que permitió el registro domiciliario de este vecino de Vilanova.

El fiscal pide seis años de prisión para él, mientras que solicita cuatro y cinco para el resto.