Los concellos reconocen a sus personajes ilustres, pero la historia no siempre los respeta
04 nov 2012 . Actualizado a las 06:48 h.Fue en el año 1998 cuando el Concello de Valga decidió distinguir a uno de sus hijos más ilustres, José Manuel Castelao Bragaña, que nació pobre en las tierras valguesas y que se labró un futuro en el extranjero, hasta ocupar diferentes cargos en la administración. Fue esa trayectoria, hasta entonces ejemplar, lo que llevó al alcalde de Valga, José María Bello Maneiro, a proponer ante el pleno hacer uso de unas competencias que tienen las corporaciones locales, el de nombrar hijos predilectos a sus paisanos más sobresalientes o adoptivos a aquellos que, siendo de otros lares, destacan por la labor en favor del municipio en cuestión.
Así fue como Valga nombró hijo predilecto a Castelao Bragaña. Ahora, catorce años después, se plantea retirarle la distinción por las declaraciones que hizo hace unas semanas cuando, dos días después de ser nombrado presidente del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior, dijo aquello de que «las leyes, como las mujeres, están para violarlas». El trámite está en marcha, aunque el regidor valgués quiere hacerlo con cautela, abriendo un expediente a tal fin en el que, el perjudicado, también tendrá derecho a defenderse. Hay que tener en cuenta, con todo, que Castelao Bragaña ya renunció al título de hijo adoptivo que le concedió el Concello de Negreira.
A lo largo de la historia de las corporaciones municipales de la comarca, los concellos arousanos han distinguido a unas cuarenta personas con los títulos de hijos adoptivos o predilectos. Podrían ser más, pero algunas corporaciones no conservan los nombramientos en los años de la dictadura y solo recuerdan los más recientes.
Títulos retirados
Otros no, como es el caso de Vilagarcía, en cuyo listado figuran todavía nombres como Rivero de Aguilar, Primo de Rivera o Manuel Bernal Hernández. Pero no todos están en vigor. Este último, por ejemplo, sargento de la Guardia Civil que encabezó el golpe del 36 en la capital arousana, protagonizó en el año 2009 un pleno en el que la corporación local acordó retirarle el título de hijo adoptivo, lo mismo que se hizo con las distinciones que el Concello de Vilagarcía había concedido en su día a Carmen Polo y al propio Francisco Franco Bahamonde.
Hubo otros personajes polémicos, como Rivero de Aguilar, que cuentan también con esa distinción pese a que en los últimos años se hayan pronunciado voces en contra. El Concello le retiró su nombre a la calle que sube a la estación de ferrocarril, y en su lugar, puso el del médico de los pobres, el doctor Moreira Casal. Pero José María Rivero de Aguilar, director general de Obras Públicas en la dictadura, no perdió su plaza en Vilagarcía, ya que su nombre lo lleva ahora uno de los nuevos viales del puerto, en cuyo desarrollo tuvo mucho que ver el político franquista.
No todos los tienen
Pero no todos los concellos de la comarca cuentan con distinciones de este tipo. Puede llamar la atención que en Vilagarcía haya registrados siete hijos predilectos y once adoptivos, un listado estrechamente relacionado con el tamaño del municipio pero también con que sus archivos guardan las distinciones más antiguas. Por eso quizás sorprende más el caso de Valga, un concello pequeño y modesto donde cinco vecinos del lugar y otro foráneo han sido reconocidos por la corporación municipal. En cambio, los concellos vecinos de Catoira y Pontecesures no disponen de ninguna distinción de este tipo, y lo mismo pasa con Meaño y con A Illa. En este último caso también tiene que ver que se trata de un ayuntamiento joven.
Las letras y los deportes
Distinciones hay muchas y por muchos motivos, pero quizás los personajes más queridos sean los que destacaron en las letras y en el deporte. Entre los primeros hay personajes de talla universal, como Rivas Briones, Ramón Cabanillas o Julio Camba. Pero fueron los éxitos de los arousanos en los Juegos Olímpicos los que dieron lugar a los últimos nombramientos: Fredi Bea, Mascato, Joaquina Torres, Antón Paz o Perucho.