Hacer virtud de la necesidad

AROUSA

16 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Cuando aún no se ha cumplido el cuarto de siglo de su existencia, Rías Baixas es hoy una de las zonas productoras de vino más prestigiosas de nuestro país. Aquel pequeño grupo de osados emprendedores ve hoy cumplido el sueño de situar sus vinos entre los más reconocidos entre críticos y consumidores de medio mundo. Hoy muchos son los que nos envidian y no menos los que nos imitan. Pero el camino no ha sido fácil y si algo ha caracterizado esta historia de éxito ha sido la capacidad para hacer de la necesidad virtud. Hoy nos parece que cualquier tiempo pasado fue mejor y que antes era todo más fácil, pero si hacemos memoria, recordaremos que en 1995 la cosecha duplicó a la de años anteriores. Seis años después se alcanzaron los 17 y en el 2006, se superaron los 30. Recordaremos también que en aquel 1995 eran 188.000 los litros exportados. Fue precisamente la necesidad de búsqueda de nuevos mercados la que nos permite presumir hoy de exportar más de 3.500.000 litros de vino y crecer en plena crisis a ritmos superiores al 16% anual.

Cuántas veces habremos oído aquello de que el que supere con éxito esta crisis saldrá reforzado por mucho tiempo. Rías Baixas cuenta con todas las bazas para dar un nuevo impulso que nos haga sentir orgullosos cuando nos juzguen los que nos sucedan. Internacionalización, innovación, estructuras más eficientes y mentalidad de competencia colaborativa son el camino para lograrlo.