La historia de Ribadumia, bajo la tierra del Monte do Castro

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Los arqueólogos destacan la riqueza que escondía este yacimiento

10 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Hace poco más de un mes que los arqueólogos comenzaron a excavar en el Monte do Castro, en Ribadumia. Pero los primeros hallazgos ya permiten narrar parte de la historia de estos primeros inquilinos, que vivieron en la localidad arousana en el siglo I antes de Cristo. Los técnicos que trabajan en la zona destacan la inmensa riqueza que se escondía, y todavía se esconde, bajo tierra. Y es que las tres prospecciones que han realizado han dejado al descubierto restos de viviendas, talleres de artesanos y almacenes. Lo que hace sospechar que los alrededores de este entorno siguen escondidos grandes pedazos de la historia de Ribadumia.

Los primeros descubrimientos permiten afirmar que los habitantes del Monte do Castro importaban vino en vasijas desde el sur de la península. También, que utilizaban ánforas romanas como «pequenos obxetos de luxo que terían para facer gala da súa ostentación social», explica Rafael Rodríguez, director de la excavación por parte de la Diputación. Su trabajo lo completa Roberto Aboal, que dirige los trabajos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Visión del castro

La excavación de Ribadumia se ha dividido en tres partes. En los tres sectores «atopamos restos moi distintos que nos permiten dar unha visión do que era este xacemento no século I antes de Cristo», asegura Aboal. Esto también permite afirmar que, seguramente, en las inmediaciones existan muchos más restos. «Estamos seguros que todas estas plataformas que rodean o monte están plagadas de cabanas», afirma Rodríguez. Los trabajos de los arqueólogos todavía se demorarán durante dos meses más. Hasta finales de abril, los técnicos seguirán trabajando en la excavación de este entorno, para seguir sacando a la luz la historia de los inquilinos de este entorno. Ya en mayo, su labor se centrará en la consolidación de las estructuras descubiertas. No en vano, el objetivo final del proyecto es el de poner en valor este castro que, durante años, permaneció oculto bajo tierra. De él se quiere hacer ahora un espacio visitable, del que puedan disfrutar los vecinos y los turistas.

La pena es que este proyecto no será suficiente para descubrir todo lo que hay bajo el Monte do Castro. Por eso la Diputación ha decidido solicitar un nuevo programa europeo que permita disponer de los fondos necesarios para seguir poniendo en valor este yacimiento. Mientras, los vecinos podrán ir conociendo un poco más de la historia de sus antepasados. Para ello se han habilitado una serie de visitas guiadas, de las que se encargan los propios arqueólogos durante todas las mañanas. Más tarde, el yacimiento será puesto en valor. Entonces, será unos paneles los que cuenten su historia.