El pasado domingo se registraba en Cambados la desaparición de un halcón. Los dueños, la familia González , comenzaban ese mismo día con la búsqueda, que sigue siendo infructuosa. Días después un señor lo encontraba en Vilalonga (Sanxenxo) y daba parte a la Guardia Civil, que acabó derivando el caso al Seprona. Uno de los responsables de este cuerpo lo acabó soltando en lo alto del monte Xiabre y ahí se le perdió la pista definitivamente. Lo curioso y preocupante del caso es que el animal lleva un aparato emisor que debería de aportar información fiable de su localización actual, pero no es así. Quizás porque se encuentra fuera del radio de alcance de la señal o quizás porque ha sido desactivado o inhibido de algún modo. Lo único cierto es que sus dueños siguen sin saber nada de él. Además de esta pequeña estación emisora, lleva dos correas de cuero en las patas, dos pihuelas (trozos de cordel trenzado) y un cascabel. El halcón tiene tres años y medio de edad, casi medio metro de envergadura y pesa algo menos de 1 kilo. Ante la incertidumbre que supone no saber absolutamente nada de él y con el enfado que tienen los dueños por cómo han ocurrido los hechos, ya se han puesto en contacto con los altos cargos del Seprona y barajan incluso denunciar el caso de la suelta. Mientras tanto piden la ayuda de la ciudadanía. Si alguien ha visto o ve este halcón deberá dirigirse al Seprona de Pontevedra (Cotobade) y dar parte. Mientras tanto, el operativo sigue abierto.
Los chavales del club se han empeñado en convertir en poco tiempo en costumbre el que se les tenga que recibir en el salón noble de Ravella. Ayer las tripulaciones infantil y juvenil masculinas y las de féminas llegaron en coche al consistorio vilagarciano demostrando una vez más la marcha que llevan dentro en la banda sur de la capital arousana. Con banderas y sonidos de claxon se presentaron en la recepción oficial que les dio la Corporación. Allí no faltaba casi ninguno de los ediles. Y casi todos tuvieron su foto con alguno de los diez campeones de España que pisaban la tarima de la estancia municipal. Los cinco infantiles y otros tantos juveniles del C.R. Vilaxoán.
El salón noble de Ravella estaba abarrotado por la gente de Vilaxoán, con el presidente del club, Feliciano Suárez , a la cabeza. Y como mandan los cánones, la alcaldesa de Vilagarcía soltó un pequeño discurso. Suficiente para cometer un par de gazapos respondidos con la alegría y el buen humor que caracteriza a los remeros locales. No acertó Dolores García al nombrar a los dos equipos campeones, confundiendo al cadete con el juvenil. Como tampoco estuvo fina cuando deseó al Vilaxoán volver a celebrar otro éxito igual el próximo año. Los chavales le tuvieron que recordar que dentro de un mes se celebrará en Vilaxoán el Campeonato de España de Trainerillas. Y ahí bien pueden celebrar otro título nacional.