Caminos de flores

La Voz

AROUSA

VÍTOR MEJUTO

La confección de alfombras ornamentales en el Corpus adquiere cada año mayor tradición en Arousa Semillas y pétalos llenan desde esta mañana los atrios de buena parte de las iglesias de Arousa. El Corpus Christi ha llevado a cientos de vecinos de la comarca a pegarse un buen madrugón para engalanar los templos de sus parroquias con alfombras florales. De esta manera alegran el festejo de una de las principales citas del santoral cristiano. Un hábito que en algunos lugares ya se ha convertido en tradición, caso de Cordeiro o Cambados, con más de diez años de experiencia en esta particular ornamentación. Pero no son los únicos. Vilagarcía, Catoira o Pontecesures son algunos de los municipios que se han sumado en los 90 a esta costumbre, atraídos por las elegantes imágenes de los mantos florales de Ponteareas o Pontedeume.

24 jun 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

P.P.V./M.A.L. VALGA/CAMBADOS Tres meses. Este es el tiempo empleado por un centenar de vecinos de la parroquia valguesa de Cordeiro para preparar sus ya famosas alfombras florales de Corpus Christi. Una preparación de lo más profesional, que dado el número de colaboradores ha exigido este año dividir a la gente en tres grupos de trabajo, encargados de sendos tramos de una alfombra que recorrerá todo el perímetro de la iglesia parroquial y la parte inicial del trayecto de la procesión. Una inmensidad comparada con el pequeño manto de tres por dos metros con el que Valentina Ferro, su marido, Suso García, y un pequeño grupo de vecinos comenzaron hace casi 20 años la tradición religioso-floral de Cordeiro, en la que ahora colaboran gentes de todos los lugares de la parroquia. Hoy propios y extraños podrán disfrutar de la bellaza de un duro esfuerzo que comenzó hace tres meses con la recolección de las primeras semillas y plantas verdes para su secado o congelación, permitiendo así mantenerlas en perfectas condiciones hasta esta mañana. Mezcladas con los pétalos de color recogidos y desmenuzados en la última semana, conforman el diseño del mosaico vegetal que el centenar de vecinos se esforzó en preparar desde los primeros instantes de la pasada medianoche. Todo para honrar con la belleza floral el episodio que confirma a los cristianos la existencia de la vida eterna.