Lucha a muerte de calamares gigantes por peces y alimento

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A MARIÑA

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Lo revela la necropsia hecha en Luarca al ejemplar que apareció vivo en la costa

24 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La necropsia realizada al calamar gigante hallado vivo en 2016 en Bares ha sacado a la luz datos muy interesantes, que confirman lo que se apuntó en un primer momento, la muerte vino provocada por un enfrentamiento, una lucha con otro calamar de su especie, pero de mayor tamaño. La hipótesis que se baraja es que la pelea se originó al competir ambos ejemplares por los peces de un banco de bacaladilla. Los resultados de la necropsia realizada en Luarca, con la colaboración de la Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas, que preside Luis Laria., señalan que «el tamaño y la forma de las ventosas sugiere que el animal mantuvo una lucha con un ejemplar más grande de su propia especie».

Luis Laria destaca que el caso del calamar gigante de Bares mantiene muchas similitudes con otro hallado hace años en la playa asturiana de Rodiles, en Villaviciosa. «En los dos casos la muerte sobrevino por un enfrentamiento entre dos calamares gigantes, por una cuestión probablemente de competencia alimentaria, lo que nos confirma la existencia de situaciones de mucha agresividad entre estos ejemplares».

Este comportamiento de robo de una presa entre cefalópodos se había observado solo una vez, en un acuario.

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a través del Grupo Ecobiomar del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM) de Vigo, ha publicado en la revista Ecology los resultados de la necropsia realizada al calamar gigantes hallado en Bares, el primero descubierto vivo en Galicia. La necropsia se realizó en Luarca una semana después del hallazgo y empleando técnicas desarrolladas por los investigadores de Ecobiomar. Fue dirigida por Ángel Guerra, investigador ad honorem del CSIC en el IIM, y experto ecología marina, informó Europa Press.

«El calamar, de 123 centímetros de longitud del manto y 105 kilos de peso, apareció nadando el 7 de octubre de 2016 entre las embarcaciones fondeadas en las proximidades del muelle de Bares, a unos 3 metros de profundidad. El animal, carente de sus tentáculos, respiraba, se desplazaba y cambiaba ligeramente de coloración. Horas después, varó en una playa cercana», recuerda el CSIC.

Un aficionado que paseaba por la playa de Bares fotografió el ejemplar todavía vivo, «un hecho insólito en el mundo que solo tiene un precedente en unas imágenes obtenidas hace dos años en Japón», recuerda Guerra. También se grabaron escenas en vídeo que, por insólitas, tuvieron una gran repercusión.

Una hembra inmadura

Con el cadáver todavía muy fresco, se realizó una inspección que puso de manifiesto que se trataba de una hembra inmadura, con numerosas marcas de ventosas y heridas alargadas en su epidermis. Posteriormente, un equipo de investigación liderado por el CSIC, y con participación de Luis Laria y otros miembros de Cepesma, acometió una necropsia más detallada para determinar el origen de las heridas y por qué se había acercado tanto a la costa.

Grahan Pierce es el tercer autor del trabajo publicado en la revista Ecology. Opina que el tamaño y la forma de las ventosas sugiere que el animal mantuvo una lucha con un ejemplar más grande de su propia especie. Habrían competido por los peces de un banco de bacaladilla porque es el principal alimento de los calamares gigantes en la época del año en la que se produzco el enfrentamiento y la muerte del ejemplar.

En la actualidad se encuentra en el Parque de la Vida, bajo la tutela de Luis Laria

¿Qué motivó que el calamar gigante, gravemente malherido pero todavía vivo, se acercase a la costa de Bares? La opinión de los científicos se decanta por un cúmulo de factores: que estuviese desorientado, con la capacidad de movimiento muy limitada y que probablemente fue arrastrado por las corrientes.

El caso es que estos míticos animales, los calamares gigantes, rodeados durante siglos por un halo de misterio, son cada vez más conocidos. Y buena parte de ello se debe a la labor realizada por Luis Laria al frente del Cepesma, con las necropsias que sacan a la luz mucha información. Laria posee la colección de cefalópodos gigantes más importante del mundo. En la actualidad, en el Parque de la Vida de Valdés tiene expuestos diez. Cuenta con otros dos, este de Bares y otro hallado en Santander, que se encuentran en conservación, a la espera de decidir el fin que se les da.

También guarda en el Parque de la Vida el que fue descubierto hace unos meses en San Ciprián (Cervo). En principio, se pretendía practicarle una necropsia, pero no está claro que sea posible, ya que fue recogido en muy mal estado y se duda que tenga condiciones para ello..

Laria ha llegado a un acuerdo con el Concejo de Valdés para cederle su colección de calamares. En tanto se construye o habilita un nuevo museo, los ejemplares seguirán en el Parque de la Vida.