Ayer se celebró la edición número 15 de un clásico por estas fechas, el recorrido popular vicedense que reivindica la esencia del Samaín
01 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.«Para os celtas era a festa máis importante do ano, porque era o final do outono e representaba a recollida dos froitos», explica el técnico de Cultura del Concello de O Vicedo remarcando el simbolismo que se asocia a estas fechas, con la mirada puesta en la jornada de Difuntos. Los vicedenses llevan ya 15 años demostrando su esfuerzo a todos por recuperar la tradición de Samaín, en este caso apoyándose Concello y Apa. Piden siempre que se vistan sábanas blancas o camisetas largas de ese color y se complementen con calabazas preparadas para la ocasión. Aunque a veces, reconoce, se ven otro tipo de «disfraces no deseados» como el de Batman: «Dende que empezamos tratamos de levar ese vestuario e cando apagamos luces queremos que se vexa a xente de branco e as cabazas, ainda que non quita que aparezan outros disfraces». Ayer hubo desfile al cierre de esta edición. El año pasado acudieron unas doscientas personas ni más ni menos.