Quejas y apatía

Ricardo Timiraos OPINIÓN

A MARIÑA

15 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

yer eran unas treinta personas las que se manifestaban contra la reforma sanitaria da Mariña. En las manifestaciones del 1 de Mayo no creo que lleguen a cincuenta. Cuando fue la más grande, que yo haya visto, por la sostenibilidad de la Alúmina, hasta los propios trabajadores estaban de mirones sin participar… así no se puede llegar a ninguna parte. Ya está bien de que estemos continuamente dando las quejas de que pasa esto o aquello en el hospital de Burela y después no ser consecuentes con las demandas. Estamos hartos de disculpas, cuentos y otras milongas. Hay que ser personas y vestirse por los pies, que no es otra cosa que ser coherente. No es pues extraño que, a la vista de la escasísima participación, los políticos se rían de la gente con esa desfachatez y frialdad tan típica de vividores y cuentistas. Y todos esos, que pululan por doquier dando siempre las quejas de las listas de espera, del trato recibido, de los pocos servicios del hospital, de la escasez y dudosa eficacia de algunos medicamentos, del trasnochado control del sintrón ? no enviando, por ejemplo, lo resultados por correo electrónico- y un largo etcétera, podrían arreglarse si hubiese presión ciudadana y si en las elecciones nos acordásemos de que aquí hay muchas carencias-léase Corredor, Variante, Galpones, dragado de la Ría, arreglo del submarino, lonja de Celeiro…-de las que son culpables los de siempre. Mientras, los cómodos, los conforme con el estado de las cosas, los que callan con complicidad, los que gozan de más medios y no necesitan estas cosas, cambian y pasean por la pasarela de la vanidad, ajenos al problema de sus semejantes. Y después se atreven a hablar de que no hay solidaridad. Resulta evidente, mentiroso.