El Pescados Rubén-Burela recibe esta noche a un Peñíscola que nunca puntuó en sus tres anteriores visitas al Vista Alegre
18 nov 2016 . Actualizado a las 14:18 h.La séptima jornada de Primera División sitúa al equipo masculino del Pescados Rubén-Burela en el punto de partida del trayecto que esperaba como agua de mayo desde el sorteo del calendario. «Por fin un respiro», pensarán en la plantilla naranja después de seis compromisos en los que se han visto las caras con cinco de los seis primeros clasificados y que han saldado con un bagaje poco esperanzador. Las derrotas ante el Palma, el Inter, el Barça, el Magna Gurpea y el Jaén le condenan a afrontar el tramo más liviano de la primera vuelta con un margen de error ínfimo para preservar el sueño de acudir a la Copa de España por tercera temporada consecutiva.
Esta noche llega el Peñíscola (21 horas. Vista Alegre). Los números dicen que el conjunto levantino es tanto o más feroz que el Magna o el Jaén, pero en el vestuario burelista la sensación es bien distinta a la de enfrentamientos anteriores. «A concentración estanos pasando factura. Temos lapsos dos que os rivais saben beneficiarse, por iso neste partido temos que intentar subsanar este problema», señaló Iago Míguez a propósito de la visita de un rival que se fue de vacío en sus tres anteriores visitas al Vista Alegre: 4-1 en la temporada 2013-14, 4-3 en la 2014-2015, y 3-2 el curso pasado.
La convocatoria naranja no presenta más novedades que las ya anunciadas por este diario. Daniel Ibañes recupera a Petry y solo ha tenido que prescindir de Edu, en el tramo final de su recuperación, y del lesionado Chano. Hélder fue el jugador descartado por decisión técnica.
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