Una historia con corazón del Resu

Saúl Cruz / M. g. bALSEIRO VIVEIRO/ LA VOZ

A MARIÑA

Francisco Velasco y Cecilia González, anteayer, en el recinto del Resurrection Fest 2015.
Francisco Velasco y Cecilia González, anteayer, en el recinto del Resurrection Fest 2015. xaime f. ramallal< / span>

La becaria que llegó de Madrid a Viveiro y cambió su vida para siempre

12 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Este relato parece una historia de amor como otra cualquiera. Chico conoce a chica, se gustan,se enamoran, viven juntos y acaban uniendo sus vidas para siempre. Pero la historia de Francisco Velasco y Cecilia González tiene un punto diferente, una ciudad y un festival de por medio que lo recordarán toda su vida: El Resurrection Fest.

Cecilia, de 27 años, llegaba a Viveiro como becaria a la organización desde Madrid, tras haber cursado musicología y un máster de gestión cultural. Francisco, 33 años y asturiano de nacimiento, colaboraba en las ediciones del festival desde 2012 como fotógrafo y parte de la organización.

«Desde el primer día me han tratado todos muy bien, me sentí muy integrada en la familia Resu» cuenta Cecilia. Aunque el hardcore era un estilo musical de su agrado, tenía sus miedos al dejar Madrid para embarcarse en esa nueva aventura de dos meses,sin familiares ni amigos, pero una vez finalizado el festival, quiso seguir ligada a Viveiro. «Aquí me siento como en casa, las amistades que hice son muy importantes para mí».

Los inicios como becaria

Comenzaban las miradas en el trabajo y las sonrisas de complicidad entre ellos, miradas que eran imposibles de ocultar, a pesar de todo el esfuerzo que conlleva organizar un evento de estas características. El amor, que nunca se puede planear, surgió fuera y dentro del recinto del Resurrection, y con la Paza Mayor de Viveiro como lugar principal;cada vez que pasan por ese emblemático lugar recuerdan sus primeros días juntos.

«Un día estaba aburrido en mi piso y decidí llamar a la becaria, se estaba celebrando el Mundial de fútbol y sabía que le interesaba ese deporte y quedé con ella para ver un partido. A mí no me gusta el fútbol, era solo una excusa» cuenta Francisco sus primeros pasos con Cecilia.

Vuelta a la rutina

Pero el amor, que había nacido durante la organización del Resurreccion, no se apagó con la finalización de este. Cuando llegó el momento de hacer las maletas y partir hacia sus lugares de origen, siguieron viéndose a pesar de la distancia. Esto solo duró un par de meses, «en octubre Cecilia me llamó y me dijo que tenía un piso en Madrid para los dos, y 15 días para que empaquetase mis cosas y me fuese a vivir allí; no me lo pensé mucho, era algo inevitable, que tenía que pasar».

El amor fue creciendo a medida que pasaban los días. Tanto creció, que una tarde de lunes, Francisco no dudó en ligar su vida a la de Cecilia hasta que la muerte los separe. «Tenía que ser ya, así que salí por la mañana a por un anillo, preparé la terraza con velas y esperé a que llegase de trabajar. Cuando llegó, la llevé hasta la terraza y me arrodillé ante ella; dijo que sí sin dudarlo» comenta Francisco.

Crece y mucho

El casamiento está previsto para el año que viene, pero sin fecha concreta. Dependen del Resurrection Fest, que tantas alegrias les han dado. Y es que todos los integrantes de la familia Resu estarán invitados a la boda. Comentaba Cecilia: «La boda se hará en Asturias, pero hasta después de que finalice el festival no nos iremos de luna de miel».

Y es que este triángulo amoroso Madrid-Asturias-Viveiro demuestra que el Resurrection Fest no solo es un festival de música hardcore, de los mayores festivales de este estilo de música en el mundo, sino que también tiene un sitio para el romance.

Se han superado los números del año pasado en venta de entradas. «El cartel cada año es mejor que el anterior y se espera muchísima más gente que en 2014. El recinto va creciendo año tras año y siempre se queda justo», comentaba Francisco. Grupos de la talla de Motorhead, Korn o Refused, se darán cita del miércoles 15 al sábado 18 de julio. El Resu no para, una vez finaliza una edición, al día siguiente ya se busca cómo mejorar para el siguiente año.

«Es increíble que un festival de estas características vaya creciendo tanto año tras año, teniendo en cuenta la localización». Y es que, tras unos inicios duros en las primeras ediciones del festival, en su décima edición el Resurrection Fest ya es mundialmente conocido, con visitantes de todo el mundo dispuestos a escuchar buena música, divertirse y quien sabe, si como Cecilia y Francisco, encontrar el amor.