Mar arbolada en «Días de mar»

A MARIÑA

07 ene 2014 . Actualizado a las 14:50 h.

Olas de más de seis metros. Las veo desde mi casa en lo alto de un edificio al que bautizaron como Titanic, por la forma y por el lugar dónde ventanas y terraza reciben las gotas de agua salada de la pleamar contra las rocas.

Todo un espectáculo que echaba de menos en los tiempos que la vida y el trabajo me llevaron tierra adentro.

No puedo por menos que recordar las conversaciones en las cantinas. Aquellos hombres que desde niños pasaban la mayor parte de su vida entre las cuadernas del barco viendo cielo y mar.

Esta cultura marinera -mariñana- tan nuestra no puede ni debe ser sustituida por la de aquellos que vinieron hace 30 años a trabajar en la industria del aluminio desde provincias montañosas. Somos un pueblo: viejo, culto, orgulloso que se levanta de mañana para ver el estado de la mar y como se comporta el viento. O vento mareiro do nordés, con el que nos hemos criado y que nos inspira sentimientos identitarios.

Desgraciadamente nos hemos dormido. No hemos hecho guardia en el puente. Hemos dejado ir la embarcación de nuestra cultura al pairo del gentío llegado de otros lares. Incluso hemos permitido faltas de respeto como celebrar El Carmen a golpe de bollos preñados.

Pero, año nuevo, vida nueva. Nos hemos propuesto recuperar nuestras raíces. Trasladar nuestros conocimientos a las generaciones venideras, asumiendo que entre medio, puede haber alguna generación perdida por la ausencia del trabajo en la mar, que siempre estuvo, está y estará ahí, formando parte de nuestro ser para decidir.

Abrimos el mes con la exposición «Días de mar», en la Casa de la Cultura de San Ciprián. Más de dos meses enseñando mapas, cartas marinas, objetos de mar y elementos industriales procedentes de esa maravillosa despensa que es la mar. Conferencias, coloquios, audio visuales, dónde gentes expertas, hermanos de Celeiro nos recordarán lo que somos, fuimos y debemos seguir siendo, contra la arbolada de otras culturas que pretenden arrasar el puerto de nuestros sentimientos.

El capitán de pesca José Pino; el práctico de los puertos más importantes de A Mariña, Andrés Díaz Ferro; el cronista de A Vila de Viveiro, Carlos Nuevo Cal; el presidente de la asociación de vecinos de Celeiro y escritor, Vicente Miguez; el profesor de Antropología de la Universidad a distancia, José Manuel Montero, nos marcarán el rumbo.

Con la colaboración del Concello de Cervo. Esperamos otras colaboraciones...