La expedición mariñana llegó a Buenos Aires el día de la muerte de Néstor Kirchner y ayer fue testigo de la avalancha de gente que se dirigía a la capilla ardiente
29 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Una multitud se dirigía ayer a la Casa Rosada, donde quedó instalada la capilla ardiente del ex presidente de la República argentina mientras los viajeros mariñanos, vecinos de los municipios de Barreiros, Trabada, Alfoz, Xove y Lourenzá, recorrían el norte de la ciudad de Buenos Aires. La expedición recaló en la capital el día de la muerte de Néstor Kirchner y se encontró un país de luto.
El hotel donde se alojan el centenar de vecinos de A Mariña que participan en esta nueva expedición al otro lado del Atlántico se encuentra en la avenida Nueve de Julio, muy próxima a la Plaza de Mayo, que ayer estaba colapsada de peronistas. «Hay miles y miles de personas esperando la llegada del cadáver», relató Vidal Martínez-Sierra, alcalde de Lourenzá, que participa en el viaje, igual que sus homólogos de Xove y Trabada.
Muchos de los mariñanos que visitan estos días Argentina lo hacen por primera vez. «Están sorprendidos, estamos en la parte rica de la ciudad, rodeados de edificaciones de la época dorada del país, grandes embajadas..., es impresionante y la gente está fascinada», comentó el mandatario laurentino, al pie mismo de la tumba de Evita, en el cementerio de La Recoleta, que recorrieron ayer por la mañana, después de pasear por el barrio de Palermo, una zona estratégica y privilegiada de la capital bonaerense. Los viajeros están ansiosos por encontrarse con familiares y allegados. La recepción, que se iba a celebrar en el Centro Gallego, tuvo lugar en el aeropuerto, ya que la expedición mariñana llegó a Buenos Aires el Día del Censo, festivo nacional. Esta circunstancia les ocasionó algún problema a la hora de comer y tuvieron que refugiarse en el comedor del hotel, igual que muchos argentinos, puesto que el Día del Censo es obligatorio el cierre de todos los establecimientos del país.