?a comarca se ha convertido en un referente turístico dentro de Galicia. El verano es la época estrella, cuando la población se duplica y la demanda de vivienda se dispara. En las inmobiliarias y en algunos concellos mariñanos constatan que cada vez se disponen para alquiler más apartamentos sin estrenar. Pero si en verano no hay problemas para elegir piso, en invierno el alquiler de una vivienda se convierte prácticamente en misión imposible. «La mayor parte de los propietarios que los ponen en alquiler en julio o agosto no lo hacen en invierno, prefieren sacar ahora más dinero», indican desde una inmobiliaria de Viveiro, donde aseguran que de octubre a mayo el recibo de un piso oscila entre los 300 y los 450 euros, una cifra que también barajan en Ribadeo. «Llevo meses sin tener nada para todo el año», dicen en Viveiro.