España, a la puerta de otra crisis con Sudamérica por invitar al Gobierno de Honduras a la cumbre con la UE

Cecilia Caminos

INTERNACIONAL

06 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La advertencia de varios países sudamericanos de que no asistirán a la Cumbre América Latina, el Caribe y la Unión Europea (UE), del 15 al 18 en Madrid, si es invitado el nuevo Gobierno de Honduras amenaza con generarle una nueva crisis a España durante su mandato europeo.

La invitación a la cumbre al presidente Porfirio Lobo, elegido poco después del golpe de Estado que en junio pasado derrocó a Manuel Zelaya, desató «un malestar mayoritario» en la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), advirtió el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa.

Solo dos de los países (Colombia y Perú) que integran el bloque reconocieron al Gobierno de Lobo, lo que impidió que se llegara a un consenso respecto a Honduras. Pero el rechazo de los restantes diez países, entre ellos Brasil y Argentina, puede tener un fuerte efecto político.

«Hay muchos que no reconocemos ese Gobierno, con justa razón: no se pueden legitimar elecciones bajo la égida de una dictadura y no se pueden sentar precedentes de esa naturaleza. Sería un antecedente funesto para la región», fundamentó Correa.

«Existe el acuerdo entre varios países de Unasur que de ir el Gobierno de Honduras nosotros no podríamos asistir a la cumbre porque no consideramos legítimo a ese Gobierno», declaró Correa.

En un fuerte mensaje a Estados Unidos, la Unión Europea y a la anfitriona de la cumbre, España, Correa cargó contra «una suerte de doble estándar a nivel internacional». «Aquí muchas veces se hace una cacería de brujas contra ciertos países porque no obedecemos los dictámenes que indican algunos países del norte», denunció.

España se compró así un incipiente conflicto cuando aspiraba al menos a terminar su presidencia rotatoria de la UE de la forma más tranquila posible.

El presidente ecuatoriano aseguró que expresó sus posiciones «con todo respeto al Gobierno español, con el cual guardamos nuestra mayor consideración».

Y recibió el mandato de hablar con José Luis Rodríguez Zapatero para expresarle que según la mayoría de los integrantes del bloque sudamericano «se ha cometido una ligereza al invitar a un Gobierno hondureño que no es reconocido por muchos países y que eso podría provocar la no asistencia» a la cumbre.

Esta crisis surge además cuando este año cinco naciones latinoamericanas festejan el bicentenario de su independencia y se realiza un proceso de revisión de la relación con España y los errores cometidos por la región que demoraron su evolución.

El Gobierno español está llevando a cabo intensas gestiones diplomáticas para evitar que la cumbre de Madrid sea boicoteada. Una de las soluciones podría consistir en lograr que el derrocado mandatario, Manuel Zelaya, exiliado en la República Dominicana, regrese a Honduras.