«Los americanos eran una pandilla de marcianos»

Imanol Allende

INTERNACIONAL

Los militares británicos en Irak denuncian su tensión con EE.UU. y las mentiras de Blair

24 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La investigación pública sobre el conflicto de Irak, que comienza hoy, promete convertirse en el docudrama de más éxito del otoño en el Reino Unido. A lo desvelado el domingo sobre las pésimas condiciones del Ejército británico al inicio del conflicto, ayer se unían nuevas filtraciones según las cuales el alto mando británico en Irak describe a sus colegas norteamericanos como «una pandilla de marcianos, para los que el diálogo es algo desconocido».

Las más de cien páginas de la investigación filtradas a la prensa no tienen desperdicio. Militares tan relevantes en la ocupación como el coronel J.?K. Tanner, segundo de las fuerzas británicas en Irak, dejan entrever la situación caótica, casi de improvisación, de una acción militar que estuvo afectada desde su inicio por la mala gestión de Blair. Su insistencia ante el Parlamento y la opinión pública de que la invasión tenía como objetivo «desarmar, no cambiar el régimen» de Huseín, no permitió que el Ejército llegara preparado a Irak, además de ser mentira.

Los cinco miembros del comité investigador, capitaneados por sir John Chilcot, se toparon con pruebas de que las relaciones entre las tropas norteamericanas y británicas, más que tensas eran inexistentes. «A pesar de las llamadas relaciones especiales, los americanos no nos trataron de una manera diferente a la que hubieran tratado a los portugueses», afirma el máximo cargo militar británico en Irak, el general Andrew Stewart. «En una ocasión en la que me negué a seguir órdenes de los americanos recibí en una severa reprimenda del embajador británico en Washington, el tipo de bronca que se echaría a un Estado como Zimbabue o Sudán», añade.