Rusia propone una reducción de armamento nuclear sin precedentes, pero siempre y cuando se tengan en cuenta sus «preocupaciones» en relación con el escudo antimisiles que EE.?UU. planea desplegar en Polonia y la República Checa.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, se pronunció ayer en Ámsterdam a favor de que en el nuevo tratado de desarme que se está negociando con Washington la capacidad nuclear de ambos sea inferior a lo estipulado en el acuerdo sobre armas estratégicas ofensivas (SORT), concluido por los ex presidentes George W. Bush y Vladimir Putin en el 2002. Aquel documento se marcaba como meta, aunque sin un compromiso claro para cada una de las partes, la disminución de los respectivos arsenales hasta dejarlos entre 1.700 y 2.200 cabezas nucleares antes del 31 de diciembre del 2012. La cifra que la cúpula militar rusa maneja ahora está en unas 1.500.
No obstante, el presidente ruso advirtió que tal reducción será posible solo si EE.?UU. «elimina las preocupaciones» rusas en cuanto al escudo antimisiles, y cree que la interdependencia entre la cantidad de armas estratégicas ofensivas y defensivas debe quedar reflejada en el nuevo acuerdo. Otra exigencia es que las armas estratégicas «se puedan desplegar únicamente dentro del territorio nacional» de las potencias concernidas y no en terceros países.
El tratado START-1, firmado en 1991, vence el 5 de diciembre de este año. El presidente Barack Obama y Medvédev acordaron el pasado 1 de abril en Londres acelerar las negociaciones y se han celebrado ya dos encuentros con participación de expertos, en mayo en Moscú y a comienzos de junio en Ginebra.