España está abierta a enviar a miembros de la Guardia Civil a Afganistán dentro de una misión europea de formación de policías afganos, aunque la decisión final depende de las condiciones y las modalidades, dijo ayer el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
El ministro mantuvo una reunión con sus colegas de Francia, Bernard Kouchner; Portugal, Luis Amado, e Italia, Franco Frattini, para discutir la propuesta de París de enviar entre 300 y 500 miembros de la Fuerza de Gendarmería Europea (FGE, integrada por cuerpos policiales con carácter militar) para la formación de unidades policiales afganas.
La cuestión de la protección de esos agentes es una de los aspectos clave que hay que decidir, ya que sus desplazamientos por el complicado territorio afgano necesitan de un mecanismo militar de apoyo y extracción en caso de ataque, señalaron fuentes comunitarias.
Francia presentó la idea y la está promoviendo activamente con la esperanza de poder realizar algún anuncio rápido, posiblemente durante la cumbre de la OTAN de esta semana en Estrasburgo (Francia) y Kehl (Alemania).
Moratinos aseguró, en unas declaraciones tras el consejo informal de ministros de Exteriores de la UE, que todavía «no hay decisión». Moratinos recordó que hay tareas que requieren el empleo de policías de carácter militar, y recordó que la Guardia Civil ya trabajó en la misión europea de vigilancia del Danubio durante los conflictos de la antigua Yugoslavia de la pasada década.