Los ministros de Asuntos Exteriores de los Veintisiete acordaron ayer facultar a la Comisión Europea para que inicie negociaciones con Rusia dirigidas a establecer con ese país un nuevo acuerdo de asociación estratégica. La decisión culmina dos años de complicadas conversaciones internas en el seno de la Unión Europea, dada la oposición de algunos socios del este, especialmente Polonia y Lituania, a estrechar lazos con Moscú.
El acuerdo que los Veintisiete pretenden alcanzar con Rusia sustituirá a un pacto anterior firmado en 1997, en plena descomposición de una Unión Soviética que no tenía entonces fronteras con la UE. Once años después, Rusia es de nuevo una potencia mundial, y sus materias primas, su petróleo y su gas son imprescindibles para muchos socios comunitarios.
Reticencias
De hecho, uno de los obstáculos que más ha costado vencer para consensuar el mandato negociador fueron las reticencias de Lituania, cuyo consumo energético depende en casi un 90% de Rusia. Los lituanos querían ver sobre el papel el compromiso del club europeo de no olvidar sus prioridades y de atender a la necesidad de reabrir un oleoducto para garantizar su suministro energético. Además, y también a instancias de Lituania, la Unión se comprometió a hacer todo lo posible para contribuir a resolver el conflicto de las repúblicas separatistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur. En cuanto a Polonia, Varsovia exigió solidaridad a sus socios ante el veto ruso a sus exportaciones de carne.
Los embajadores de los Veintisiete ante la Unión Europea lograron un acuerdo al respecto la semana pasada, por lo que los ministros -no estaba el español, Miguel Ángel Moratinos, sustituido por el secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido- se limitaron ayer a validar el consenso alcanzado por sus representantes diplomáticos.
El portavoz ruso de Asuntos Exteriores, Andréi Nesterenko, celebró oficialmente la decisión de la UE y auguró que las negociaciones, que espera comiencen cuanto antes, «constituyan un instrumento de acercamiento real entre Rusia y la Unión Europea en igualdad de derechos, respeto de los intereses de ambas partes y un enfoque común de las cuestiones clave en torno a la seguridad», dijo.
Junio
Está previsto que las negociaciones para el nuevo acuerdo se inicien a finales del próximo mes de junio en Siberia, en el transcurso de una cumbre que reunirá a los líderes europeos y de Rusia, en la que constituirá la primera comparecencia ante los Veintisiete del nuevo presidente ruso, Dmitri Medvédev, sucesor de Vladimir Putin.
La UE, que obtiene de Rusia casi la mitad del gas y un cuarto del petróleo que consume, espera que Medvédev acceda a incluir en el nuevo acuerdo la Carta de la Energía, firmada en 1994 y que Putin se negó a ratificar. Ese texto garantiza la apertura de los oleoductos rusos a las empresas europeas.