Manifestaciones en contra de la independencia del Tíbet y contra Francia, donde tuvieron lugar incidentes al paso de la antorcha olímpica, se sucedieron ayer en varias ciudades chinas. En París, unas 4.000 personas, básicamente estudiantes y expatriados chinos en Francia, se reunieron para apoyar los Juegos Olímpicos de Pekín y criticar a los medios de comunicación occidentales.
En China los manifestantes se reunieron ante las sedes de centros comerciales de la cadena francesa Carrefour, exigiendo un boicot a los productos galos. En un centro de Hefei, en la provincia de Anhui, los manifestantes provocaron disturbios.
Por la mañana en Pekín tuvo lugar una marcha de protesta de un pequeño grupo de jóvenes ante la embajada de Francia y una escuela francesa. Además, un convoy de vehículos se dirigió al barrio diplomático de la ciudad con pancartas como «Tíbet pertenece a China» en varios idiomas.
Tras las protestas, las medidas de seguridad se intensificaron y la policía cercó la zona donde se encuentra la embajada gala en el barrio de Sanlitun. También se informó de protestas en la provincias de Hubeie Shandong y Yunan.
En París, una pancarta con fotos de una deportista china minusválida que llevó la llama olímpica en la ciudad, y a la que unos manifestantes trataron de arrebatar la antorcha, fue desplegada en medio de gritos como «Pekín JO» o «Ánimo Pekín». «Nos manifestamos contra la desinformación de los medios de comunicación franceses y occidentales», declaró Thierry Liu, uno de los portavoces de la protesta.
La UE pidió ayer a las autoridades chinas un esfuerzo mayor para resolver el conflicto del Tíbet y reclamó acceso libre a la región y «transparencia total» sobre los sucesos de los últimos meses. Ese fue el mensaje del ministro de Exteriores esloveno, Dimitrij Rupel, cuyo país preside la UE, al embajador chino y enviado del primer ministro, Guan Chengyuan.