Al Hajj controló el despligue militar en el sur del país tras la guerra entre Hezbolá y las fuerzas hebreas
13 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.El general François al Hajj, director de operaciones militares y candidato a sustituir a Michel Sleiman al mando del Ejército libanés en caso de que este fuera elegido presidente de la República, murió ayer en un atentado con coche bomba en Beirut, lo que agudiza la crisis que soporta el país desde noviembre.
Al Hajj, cristiano maronita de 54 años, y uno de sus guardaespaldas murieron por la explosión de un coche bomba accionado por control remoto al paso del vehículo en el que se trasladaba en el barrio de Baabda, al este de Beirut. El general se dirigía al Ministerio de Defensa, situado en una de las zonas más protegidas del Líbano.
El cuerpo de Al Hajj fue despedido 150 metros fuera del coche por la fuerza de la explosión y hallado en un agujero causado por una bomba israelí lanzada durante la guerra del 2006.
Hajj fue descrito por un ex responsable del Ejército como uno de los oficiales más importantes de las Fuerzas Armadas, que desempeñó un papel esencial en el despliegue de las tropas libanesas en el sur del país tras la guerra del verano del 2006 entre Israel y el grupo chií Hezbolá.
Según oficiales del Ejército, Hajj coordinaba también las operaciones de la Finul (fuerza de la ONU) en el sur del país.
El asesinato de Hajj, el primero de un alto mando militar desde que en el 2004 comenzó una cadena de ataques que ha acabado con la vida del ex primer ministro, Rafic Hariri, y de varios políticos y periodistas, ha sido condenado por todas las fuerzas políticas, que han mostrado también su preocupación por la crítica situación en el país.
La Liga Árabe, Jordania, Siria y Egipto condenaron también lo sucedido. La oposición y sus aliados en Damasco creen que el servicio secreto israelí es el que está detrás, pues, a su entender, Israel es la parte que sale más beneficiada de este atentado.
Tras cada ataque, desde el Gobierno de Fuad Siniora se afirma: «Los sirios han vuelto a golpear». «Ahora están haciendo blanco en el mando militar en un intento por frustrar la elección presidencial», dijo ayer Siniora.