Los anticuarios despiden su multitudinaria feria en Sarria

SARRIA

07 abr 2008 . Actualizado a las 12:03 h.

Viejas cámaras de fotos soviéticas, espectaculares gramolas de trompeta, gastadas pilas de agua cinceladas en granito, coches de niños de los años cincuenta que hoy parecen de diseño futurista... El paraíso de los aficionados a las antigüedades estuvo este fin de semana en Sarria bajo las carpas de la Feira de San Lázaro. Los anticuarios tuvieron mucho público el sábado y más todavía ayer, gracias al buen tiempo y a la coincidencia con la primera feria ganadera del mes.

«Esta é unha feira xa perfectamente consolidada e cun espazo propio no calendario galego dos certames de antigüidades», explicaba ayer Xermán Arias, que en esta convocatoria juega un doble papel, como organizador porque es concejal de Cultura, pero también como artesano fabricante de instrumentos musicales. A él no le extraña que la feria atraiga a mucha gente, porque trece años después de su primera edición ya es muy conocida en el circuito especializado gallego.

Si la fórmula funciona, dicen los organizadores, ¿para qué cambiarla? El modelo de feria de este año copió el de las ediciones precedentes, pero introdujo una novedad que en los próximos años podría ganar peso: una conferencia sobre métodos de restauración dirigida básicamente a los propios responsables de las casas de antigüedades que han hecho de Sarria uno de los lugares de referencia para este sector en Galicia. «A nosa idea -explica Xermán Arias- é incorporar ao programa charlas de especialistas ben cualificados para complementar a exposición e venda cunha programación dirixida aos profesionais».

Pero esto será cuando los organizadores terminen de hacer el balance de la edición de este año. Ayer todavía no era posible, porque hasta última hora de la tarde seguía habiendo público en los expositores instalados por los dieciocho anticuarios que acudieron al certamen, cerca de la mitad de Sarria y el resto de otros puntos de Galicia.