Investigadores lucenses logran desparasitar ganado con un hongo

laura lópez LUGO / LA VOZ

LEMOS

Es efectivo, inocuo para los animales y respetuoso con el medio ambiente

08 jun 2011 . Actualizado a las 10:40 h.

Un equipo de investigadores del campus universitario de Lugo ha ensayado con éxito la aplicación de un hongo para desparasitar animales. Concretamente, se trata de un método para prevenir enfermedades e infecciones parasitarias de manera biológica. Las ventajas constatadas a estas alturas por los investigadores son que es un sistema muy efectivo, inocuo para los animales y respetuoso con el medio ambiente. Un método, por tanto, adaptado a las exigencias de la ganadería ecológica.

Los encargados de llevar a cabo este proyecto, que lleva por título Desenvolvemento da gandeiría ecolóxica: da sustentabilidade á inclusión social, son un equipo de Patoloxía Animal de la facultad de Veterinaria lucense, bajo la coordinación de Adolfo Paz, Rita Sánchez-Andrade y María Sol Arias. El proyecto se puso en marcha el pasado mes de noviembre y se prolongará hasta finales del 2012. En una primera fase, trabajaron en el cultivo del hongo, llamado Duddingtonia flagrans, en laboratorio, y su aplicación en caballos, ovejas, cerdos y vacas, a los que se les suministra por vía oral o a través de los pastos. La siguiente fase, con la que acaban de comenzar, es incorporar este hongo a los piensos, una tarea para la que cuentan con la colaboración de la asociación Prodeme. Es por ello que este proyecto incluye una parte puramente veterinaria, y otra de fuerte contenido de integración social.

Un recurso de la tierra

El hongo que utilizan para prevenir las enfermedades parasitarias está en la propia naturaleza, en la tierra, pero distintos condicionantes como el empleo de arados hacen más complicado su hallazgo. Es por ello que en Veterinaria optan por cultivarlo en una placa en el laboratorio a partir de un trozo de tierra. «Es impresionante, lo sobrealimentamos con trigo y se desarrolla muy rápidamente», explica Paz. Después, se puede pulverizar en los pastos o administrárselo directamente a los animales por vía oral para que lo diseminen por la tierra a través de las heces. Es inocuo y permanece en estado latente hasta que detecta los parásitos a los que ataca y atrapa, unas larvas que reptan y buscan la parte superior de las hojas e incluso las gotas de rocío. La época de mayor infección se produce entre junio y octubre.

En Lugo demostraron que este método es mucho más eficaz que la desparasitación con productos químicos: «Vimos la diferencia con caballos. Al utilizar químicos, hay que aplicarlos cuatro veces al año, algo que con las clamidosporas se reduciría al menos a la mitad, porque el hongo permanece en los pastos», dice Sánchez-Andrade. «Al principio, puede ser un método más costoso, pero a la larga es más rentable porque el hongo se mantiene solo. Además, cada vez hay más fallos en los tratamientos antiparasitarios químicos. Y los animales afectados acarrean numerosos problemas: se reduce su fertilidad, la carne es de peor calidad, adelgazan exageradamente y algunos acaban muriendo», explica Paz.

La crisis está afectando sobremanera al campo, y actualmente, Paz afirma que la ganadería ecológica no es viable económicamente: «Apenas hay ayudas, como en otros países, pero acabará siendo rentable, por seguridad alimentaria y por sostenibilidad. A la larga, se ahorra».

La Xunta financia el proyecto con 45.000 euros, la mayor parte para la compra de animales y preparado de terrenos. Colaboran también la Diputación y el Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Parasitología Veterinaria de México.