Diplomacia de Irán con los vecinos y tiros en la frontera

Fuad Abderrahim ABU DABI

INTERNACIONAL

Análisis | La crisis nuclear

02 mar 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

Irán se prepara para afrontar posibles medidas punitivas, e incluso militares, por su plan nuclear con una ofensiva diplomática en busca de apoyo de sus vecinos y otra militar en la frontera, que ha dejado ya alrededor de 60 muertos. Esas dos campañas se desarrollan de forma paralela cuando los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania intentan elaborar una nueva resolución para obligar a la República Islámica a frenar sus actividades atómicas. La ofensiva diplomática la encabeza el propio presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, quien acaba de concluir una visita en Sudán, que seguirá hoy con otra a Arabia Saudí para explicar la postura de su país respecto al programa nuclear. Fuentes oficiales iraníes no descartan después que viaje a otros Estados del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) -Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Bahréin y Omán, además de Arabia Saudí-, todos vecinos de Irán y aliados de EE.?UU. El objetivo es calmar los temores de los miembros de esa rica alianza petrolera, inquietos, además, por el papel iraní en Irak, y por la posibilidad de que la tensión entre Teherán y Washington se convierta en un conflicto bélico que amenace sus economías. En los países del CCG, gobernados por regímenes suníes, pero con minorías chiíes, se ha acusado a grupos chiíes iraquíes proiraníes de estar detrás de la violencia contra la comunidad suní en Irak. Teherán teme, por su parte, que EE.?UU. use sus bases militares en países como Bahréin, donde está la quinta flota estadounidense, y Qatar, que acoge el mando central estadounidense para Oriente Medio, en caso de ataque. Eso ha llevado a Ahmadineyad a crear el Consejo Supremo del Golfo Pérsico que preside él, y que se encarga de fortalecer las relaciones con los árabes. La diplomacia iraní también ha visitado Turquía. Ese viaje coincidió con las maniobras del cuerpo de los Guardianes de la Revolución en 16 de las 30 provincias iraníes. Probaron misiles capaces de alcanzar barcos en el Pérsico. Los ejercicios fueron seguidos de las campañas de dicho cuerpo en las fronteras sureste y noroeste contra radicales suníes y kurdos.