Los Alcántara visitan O Morrazo

M. Gago / S. Acosta PONTEVEDRA/LA VOZ.

TELEVISIÓN

Imanol Arias y Juan Echanove, protagonistas de «Un país para comérselo», dedican su programa de este jueves a la gastronomía y a los vecinos de la península pontevedresa

12 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Nadie supo de la presencia de los hermanos Alcántara, Imanol Arias y Juan Echanove, en O Morrazo el pasado mes de febrero. Pasaron desapercibidos durante el rodaje que el programa Un país para comérselo dedicó a esta afamada península, a su gastronomía y a sus gentes y que finalmente TVE emitirá este jueves.

Los protagonistas de este nuevo formato tuvieron un maestro de ceremonias de excepción, el empresario marinense Alfonso Díaz, propietario de la empresa Aires Virgen Extra, que hizo de cicerone en el periplo que ambos actores realizaron por la comarca de Pontevedra. Destacó Díaz la sorpresa que todo el equipo se llevó por la luz que había en esta esquina del mundo: «Hicimos una grabación en la lonja de Marín y llegó un momento que el cámara pidió que se parase para poder admirar la luz a las ocho de la mañana. Dijo que era como si alguien hubiese pintado el cielo», explicó.

Durante una semana, Arias y Echanove se embriagaron de la belleza natural de O Morrazo y la calidad humana de sus vecinos. Recorrieron la comarca entera desde Marín hasta Moaña, pasando por Cangas y Bueu, sin olvidarse de la isla de Ons, donde pudieron experimentar en sus propias carnes las duras condiciones de los percebeiros. También se atrevieron a recoger navajas en la ría de Aldán, en su intento de encontrar un ejemplar de este bivalvo con tres dedos.

No faltó tampoco el ya obligado homenaje a la empanada gallega, al pulpo y a los vinos, aunque los protagonistas de excepción en este capítulo son, sin duda, las rayas y las centollas de la ría, que dan nombre al episodio del jueves. Echanove explicó que la elección del título no fue casual porque lo que se pretendía era emular el grito del pirata Gago de Mendoza y recordar la historia del corsario guardián de la ría de Marín, como le gusta decir a Alfonso Díaz.

Los actores no escatimaron esfuerzos para ponerse en la piel de los marineros de la ría. Así degustaron un «desayuno marinero» que compartieron con varios pescadores. No faltó en el menú el tradicional caldo gallego, así como rapantes y rape frito. Todo un suculento manjar al que seguro que algunos hombres de mar echarán en falta el tradicional chupito de aguardiente.

El equipo de TVE rodó cómo se muele maíz en un molino de Miñán, en la parroquia marinense de San Tomé. Las cámaras también aparecieron por el mercado de Bueu, pero la mejor escena se reservó para el final, donde hubo una demostración del arte de la rapeta en la playa de Mogor y que contó con el beneplácito de la Xunta. El rodaje contó también con la presencia de Tonino López-Guitián, periodista, cómico y uno de los ex presentadores de CQC, que hizo una incursión pirata por la ría hasta el castillo de Gago de Mendoza.