Las crisis simultáneas que sufren los sectores lácteo, pesquero y el naval de Galicia formarán parte de la agenda de trabajo que Mariano Rajoy quiere plantear ante la Unión Europea si alcanza la presidencia del Gobierno en las próximas elecciones de noviembre. «Porque el precio de la leche no se corresponde con el esfuerzo que supone para nuestros ganaderos», dijo, para anunciarles a continuación a través de decenas de alcaldes y concejales del medio rural gallego una nueva regulación de las relaciones contractuales con la industria para garantizar «una retribución justa».
Galicia, según prometió, también estará en Bruselas de manera específica a través de un ministro de Agricultura y Pesca del PP para reclamar un espacio digno en la reestructuración comunitaria de la política pesquera, en la que reconoció que la comunidad se juega parte de su futuro. Y también a la capital de la UE llegarán las reivindicaciones del naval gallego para impedir su paralización, aseguró el candidato a la presidencia del Ejecutivo central. «Voy a poner el mismo empeño en el sector naval que el que ha puesto la Xunta a través de inversiones, avales, medidas, pactos e informes ante las instituciones europeas. Lo voy a hacer», clamó Rajoy para evidenciar no solo su preocupación respecto a dicho sector, sino también su conocimiento ante las vicisitudes que atraviesan los campos productivos más característicos de la comunidad.