Juan Carlos Sousa, de 36 años, murió ayer en la unidad de quemados en la que estaba ingresado
03 may 2010 . Actualizado a las 10:42 h.Juan Carlos Sousa, uno de los dos soldadores heridos en el accidente de la refinería del pasado 15 de abril, falleció ayer a las seis menos cuarto de la tarde en la unidad de quemados del Hospital A Coruña. Tenía el 95% de su cuerpo dañado, había tenido que ser intervenido en varias ocasiones y estaba «extremadamente grave» desde hace 16 días, según los partes médicos, aunque la familia siempre tuvo esperanzas, porque no tenía ningún órgano vital afectado.
Juan Carlos fue el primer evacuado de la planta de Repsol, donde trabajaba de forma eventual, para una empresa (TMS), que se encarga de trabajos subcontratados por Repsol. Este hombre pasó buena parte de sus 36 años en el entorno de la refinería, puesto que vive en la localidad arteixana de Meicende. De hecho, su propia madre oyó el estruendo del accidente que le ha costado la vida. La mujer esperaba a su hijo para comer, como era habitual. Juan Carlos estaba casado y deja un hijo de poco más de cinco años de edad.
Los responsables del centro hospitalario coruñés informaron ayer de que el otro herido en el accidente, José Luis Suárez, natural de Coristanco y de 33 años, tiene afectado el 70% de su cuerpo, y continúa ingresado en la unidad de quemados, aunque estable dentro de la gravedad.
Los dos trabajadores estaban solos en la zona en la que se produjo el siniestro -la planta de coque- en torno a las diez y media de la mañana del pasado 15 de abril. Los responsables de Repsol aseguraron en un primer momento que no hubo explosión, pero, conforme avanzó la investigación del caso, reconocieron que sí se produjo.
Tanto Juan Carlos como José Luis estaban realizando soldaduras en los depósitos de esta parte de la petroquímica. Los servicios médicos de la firma fueron los primeros en intervenir para atender a los dos quemados, que sufrieron los efectos de la onda expansiva. De hecho, la cartera de uno de ellos apareció a más de 200 metros del lugar del siniestro.
El pasado viernes el comité de empresa anunció que se desmarcaba de la comisión que investiga las causas del suceso alegando que Repsol ocultaba datos y había llegado a «conclusiones de forma unilateral», un extremo que los responsables de la planta niegan.
Los representantes de los trabajadores también mostraron su desagrado por la intención de poner en marcha de nuevo la planta de coque, donde se produjo el accidente. Aseguran que se trata de una decisión prematura sobre todo porque no se conocen las causas del siniestro.