AVE para descongestionar el tráfico

Manuel Blanco

GALICIA

La nueva red ferroviaria, conocida como la Y vasca, nace con dos objetivos: aliviar el colapso de los accesos a las ciudades y estimular los flujos comerciales con Europa

04 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Al igual que en Galicia, la gran infraestructura del siglo XXI en el País Vasco será el AVE. El tren, otrora sinónimo de progreso y desarrollo, se ha convertido en un eje estratégico que el Gobierno vasco quiere utilizar con dos objetivos: estimular las flujos comerciales con Europa y la Meseta y descongestionar los accesos por carretera de sus tres grandes ciudades, especialmente de Bilbao, donde se concentra el 50% de la población de la comunidad y el 50% del empleo.

La nueva red ferroviaria, conocida como la Y vasca, establecerá conexiones entre Bilbao, San Sebastián y Vitoria en menos de media hora, recortando hasta en un 50% los tiempos del trayecto por carretera. La cuestión no es baladí. Cada día se registran entre estas tres ciudades 47.000 desplazamientos y los trenes de alta velocidad están llamados a absorber buena parte de este tráfico de personas. Pero también jugará un papel clave en el transporte de mercancías (será un sistema mixto): el Ejecutivo vasco estima que 1.100 camiones dejarán de circular diariamente por la N-I, pues sus cargas serán enviadas en ferrocarril.

Para el Gobierno vasco, este es un objetivo prioritario. No en vano, reconoce que el actual sistema de comunicaciones está saturado por su excesiva dependencia de la carretera. Incluso maneja un cálculo revelador sobre esta disfunción. Sostiene la Consejería de Transportes que la congestión de las carreteras vascas tiene un coste para la economía regional de 1.200 millones de euros al año (200.000 millones de pesetas).

Lo cierto es que esta coyuntura se ha vuelto especialmente cruda en Bilbao. Hace dos años, la Diputación de Vizcaya elaboró un informe que concluía que la autopista A-8, el principal acceso al pulmón industrial de la comunidad, registra cada día más de ocho horas de congestión circulatoria. Y ello pese a que el Gobierno vasco se había gastado en los diez años anteriores 290 millones de euros en construir cuatro nuevas autovías en torno a la ciudad.

Pero además de descongestionar el tráfico, la nueva red ferroviaria vasca, que debería estar concluida en el 2013, aspira a convertirse en un eje motor de la economía de la región, un objetivo similar al establecido en Galicia. La Y se conectará hacia el norte con Europa a través de Irún y hacia el sur con la Meseta desde Vitoria, dos rutas comerciales de primer orden que Euskadi confía en potenciar con la entrada en juego de este sistema de comunicaciones.

Uno de los grandes beneficiados de esta infraestructura será el puerto de Bilbao, que tendrá conexión directa con un ferrocarril de alta velocidad y ancho europeo, esto es, que estará conectado con la red de las principales economías del Viejo Continente. La Consejería de Transportes lo tiene claro y asevera que «de esta intermodalidad surgirán planteamientos logísticos en los que se buscará ofrecer valor añadido y, por tanto, empleo».