El cascote se desprendió de la cubierta de un edificio que está en obras
08 jun 2011 . Actualizado a las 12:28 h.La jornada de ayer fue de lo más accidentada en la carretera de Castilla. Sobre las nueve y veinte de la mañana, la Policía Local recibió una llamada avisando de que un hombre había sufrido heridas a causa de un tropezón en la acera a la altura del número 84, en el cruce con Villa Soledad. Y apenas diez minutos después, el teléfono volvió a sonar para alertar de que una mujer estaba sangrando abundantemente tras haberle caído en la cabeza una teja de un edificio situado en la intersección de la vía con la calle Manuel Belando.
«Yo estaba llegando al trabajo, cuando me encontré con la mujer tirada en el suelo, sangrando mucho. Por lo que pude ver, se llevó un buen golpe, pero tuvo suerte, porque la teja le cayó por un lado, que si le llega a caer en el medio de la cabeza, no lo cuenta», explicaba poco después del suceso Pachi, responsable de un estanco situado justo al lado de donde se produjo el percance.
Trabajos en la cubierta
Según informaron fuentes policiales, la caída del cascote no se debió a que el edificio se encontrase abandonado o en mal estado, sino a unas obras que se están ejecutando en la cubierta del mismo.
El 061 desplazó enseguida una ambulancia asistencial hasta el lugar del suceso, a la altura del número 191 de la carretera de Castilla y a muy pocos metros del lugar donde, hace ahora unos ocho meses, una tubería reventó por la presión, provocando una explosión que causó varios heridos y una gran alarma social.
Por suerte, las heridas fueron leves, y poco después de ser atendida por los especialistas del Hospital Arquitecto Marcide, la mujer -que responde a las iniciales M.S.Q.M.- fue dada de alta.
El octogenario, ingresado
En cuanto al hombre herido, fuentes policiales explicaron que se trata de un varón de 84 años, que responde a las iniciales A.F.R. Los agentes también informaron de que el hombre cayó al suelo tras haber tropezado con la tapa de una alcantarilla que, al parecer, no estaba bien cerrada.
Al igual que sucedió con la mujer, el hombre fue atendido en el mismo lugar de los hechos por una ambulancia asistencial desplazada por el 061, que lo trasladó al Hospital General Juan Cardona.
Tras comprobar que sufría una fractura nasal y contusiones varias por todo el cuerpo, el octogenario quedó ingresado en la planta de Traumatología, según informaron fuentes del centro hospitalario del barrio de Caranza.