Más de sesenta personas presentaron sus cestos al concurso de la Feira de Fungos
02 nov 2010 . Actualizado a las 10:40 h.Raro es el día de Todos los Santos en el que no caiga el chaparrón. Y ayer no fue menos que otros años, claro que eso no impidió que las calles de As Pontes se llenaran de gente desde media mañana. Había dos motivos fundamentales para hacerlo. Uno era el mercado de oportunidades; el otro, la décimo novena edición de la Feira de Fungos e Cogomelos de la villa.
Pues lo que cayó en As Pontes fue un verdadero diluvio, pero de setas. Como las ochenta especies, perfectamente documentadas, que presentó al concurso oficial José Luis Cuba Crespo. «¿Ha vuelto a ganar, otra vez?», preguntaban algunos espectadores. La verdad es que sí, la de ayer era su octava corona consecutiva en una cita a la que se presentaron 61 cestos y que los tres jueces (José Varela Rodríguez, Nuria Díaz Pérez y Eva Conde Murado) valoraron por su cantidad, frescura, originalidad y presentación. Su veredicto dejó en manos de Cuba los 300 euros del primer premio.
En segundo lugar quedó Miguel Ángel Mazas Barro (180 euros), la tercera clasificada fue la cesta de Clara Martínez Penabad (120), y los cuarto y quinto premios fueron a parar a Darío Sabio Díaz (60) y Tomás Rodríguez Nouda (60).
Este año, récord de participantes de distintas partes de la comarca. De hecho, el vencedor es natural de Viveiro y afincado en Mugardos («Un pulpeiro», se presenta), aunque los ejemplares exhibidos procedían «da comarca, do Forgoselo, de Monfero...», explica Cuba, un verdadero experto que lleva presentándose al certamen «uns doce anos, xa non o sei». Su recomendación, al igual que la del resto de aficionados a las setas, es «que se aseguren ben do que están facendo e que nunca se colla se teñen dúbidas».
Por deformación profesional, asegura que la combinación con el pulpo «é perfecta», y elige entre sus favoritas para la mesa la Amanita Cesárea o la Tricholoma Portentosum que, argumenta, «non é moi coñecida pero gústame moito».
Los que sí tuvieron ocasión de degustar las setas fueron los asistentes. Bajo una carpa instalada en el colegio de Santa María para unos novecientos comensales, minutos después de la una de la tarde ya se habían liquidado la mitad de los tiques y, poco más tarde, el recinto estaba hasta la bandera.
Como particularidad, se entregó otro premio especial de 300 euros a la mejor presentación. Se lo llevó una joven alemana de 29 años, Anna Kouber, que participaba por primera vez junto a su madre, Helga, tras acudir varios años como espectadoras al pasar las vacaciones en el entorno de Mondoñedo. «Somos de un pueblo llamado Ebenhofen», apunta Helga, quien destaca que «en Alemania no hay muchas especies [de setas] como aquí». De ahí el colorido y la imaginación de los cestos ante los que el vencedor se quita el sombrero para sentenciar: «É unha marabilla de montaxe».
También se concedió un premio a los niños de 5 años del CEIP Santa María, cuyo trabajo ilustrará el cartel del próximo año.