La Administración gasta cinco millones en edificios aún sin uso

Luís A. Núñez

FUTBOL GALLEGO

El rescate de esos inmuebles supondrá inversiones a mayores sobre los presupuestos originales

23 nov 2008 . Actualizado a las 02:49 h.

Tanto como precisaría el Racing de Ferrol, por ejemplo, para invertir en una plantilla estable. Eso es lo que las administraciones públicas han gastado en vano, en muchos casos, en casi una decena de infraestructuras que permanecen abandonadas desde hace años en la comarca. El importe supera ya los cinco millones de euros. Y el pilar de ese presupuesto desorbitado es el auditorio de Caranza. Si bien el resto de obras han sido muy inferiores, en esa infraestructura se han gastado ya 4,6 millones de euros sobre los 8,2 en los que se presupuestó en un primer momento. Como es obvio, no se ha finalizado y la obra está parada desde hace un año y medio.

En la mayor parte de los casos, los inmuebles son objetivo de vándalos, ocupas y saqueadores. Valgan como ejemplo los edificios de la Armada en el antiguo campo de tiro de Doniños o el hotel de la playa de Ber, en Pontedeume. En ambos se registraron todo tipo de saqueos. En lo que se refiere a Caranza, la Policía Local de Ferrol se desplaza a menudo a las obras del auditorio para sacar de allí a niños y jóvenes que se cuelan entre las vallas, con el consiguiente riesgo que eso supone.

Pero todas estas actuaciones están plagadas de buenas intenciones desde el punto de vista político. Algunos proyectos han variado en el tiempo a medida que se iban formando las distintas corporaciones. En lo que se refiere a la pescadería provisional de A Magdalena, cerrada desde el 2003, se barajaron todo tipo de planes, incluso se estudió el derribo de la nave, de unos mil metros cuadrados. Ahora el Concello de Ferrol estudia convertir el inmueble en locales para músicos.

Y es que otro episodio de ese gasto infructuoso de las administraciones es la nueva consignación de fondos para rescatar las distintas instalaciones. En Ferrol se ha planificado también recuperar la perrera de Mougá, y se ha habilitado un presupuesto mayor del que costó construirla para dar el paso. Otras actuaciones están enterradas en la burocracia, como la guardería de Valdoviño o el chiringuito de la playa de A Frouxeira, que lleva más de un año sin abrir.