Siete personas, de las cuales se realizaban tareas de extinción, murieron como consecuencia de los incendios forestales ocurridos en lo que va de año, incluyendo a los cuatro bomberos fallecidos ayer en Horta de Sant Joan (Tarragona).
El incendio más trágico registrado en España durante los últimos veinte años tuvo lugar en el municipio de Riba de Saelices (Guadalajara) el 17 de julio del 2005. Once personas (dos agentes medioambientales y nueve miembros de retenes) perecieron cuando trabajaban en las tareas de extinción de un incendio originado por una barbacoa mal apagada. Las llamas devastaron 11.313 hectáreas durante los cinco días que tardó en ser sofocado.
Por el número de víctimas anuales, el año más trágico fue 1994, cuando el fuego acabó con las vidas de treinta personas.