El Tesoro coloca el 70% de los bonos entre inversores extranjeros, un día después de la amenaza de Moody's
17 dic 2010 . Actualizado a las 09:38 h.La amenaza de Moody's de aplicar otra vuelta de tuerca a la falta de confianza en la solvencia de España había dejado el terreno abonado la víspera para una subasta del Tesoro caliente . Y lo fue. Tanto que el organismo se vio obligado a elevar el precio que paga por colocar la deuda hasta niveles que no se recordaban desde el 2000. Vendió 2.400 millones de euros en bonos a 10 y 15 años. Una cifra que colma los objetivos que se había marcado (captar entre 2.000 y 3.000 millones), pero lograda a costa de abonar una elevada factura.
Vendió 1.782,47 millones en obligaciones a 10 años y tuvo que hacer frente a un tipo marginal -el último antes de dar por finalizada la emisión- del 5,485%. Es la compensación más alta desde el 2000, cuando España colocó deuda a diez años al 5,79%. En la puja anterior, celebrada hace un mes, los inversores se dieron por satisfechos con un 4,632%. El interés medio se elevó hasta el 5,446%, frente al 4,61% de hace un mes.
A quince años colocó otros 618,67 millones de euros, con la promesa de una rentabilidad del 5,986% (4,552% en la anterior puja).
Cifras que hablan por sí solas
Las cifras no dejan lugar a dudas: el temor a que España acabe cayendo por el mismo agujero que ya se ha tragado a Grecia e Irlanda ha espantado a los inversores con menos apego al riesgo y los que todavía tienen ganas de seguir comprando bonos españoles venden muy cara su confianza. Una actitud que se traduce en mayores costes para las arcas del Estado en un momento en el que lo que debe primar es precisamente todo lo contrario: austeridad.? En cualquier caso, y pese a las advertencias de Moody's, que el miércoles avisaba al Gobierno de que no podía seguir confiando en colocar la mitad de su deuda entre inversores extranjeros, como venía haciendo hasta ahora, lo cierto es que el capital foráneo se hizo ayer con el 70% de los títulos que emitió el Tesoro.?Los analistas coinciden en poner el acento en este último aspecto de esta y otras pujas anteriores. La buena noticia, dicen, sigue siendo el mantenimiento de la demanda. No ha habido fuga de capitales y los títulos siguen encontrando hueco en las carteras de los inversores institucionales extranjeros. Una situación que contrasta con el escaso interés que despiertan las subastas de otros países de la periferia europea.
Sobredemanda
Ayer, y en el conjunto de los dos tipos de bonos a largo plazo -son los que llevan implícita la mayor carga de confianza- la demanda ascendió a 4.543,55 millones, cifra equivalente a 1,8 veces la oferta.
Sea como fuere, el último informe de Moody's ha pasado factura al Tesoro. Y la agencia de calificación de riesgos no parece dispuesta a frenar sus impulsos. Ayer volvió a la carga y anunció que se está planteando rebajar una vez más la nota de Grecia, situada ya en Ba1 (al nivel de los bonos basura), a raíz de las dificultades con las que se está encontrando el país helénico para reducir su deuda.
Última cita del año
El Tesoro español tiene en su agenda otra complicada cita con los mercados antes de que finalice este, cuando menos, difícil año: la subasta de letras a 3 y 6 meses que tendrán lugar el próximo martes, un día antes de que se celebre el sorteo de Navidad. A ver si hay suerte.