El primer ministro irlandés, Brian Cowen, aseguró ayer que las negociaciones que arrancaron el jueves en Dublín entre un equipo de expertos de la Unión Europea, del Banco Central Europeo, y del Fondo Monetario Internacional se reanudaron de «forma constructiva». Cowen subrayó que es deber del Gobierno irlandés lograr lo mejor para su país y no volvió a insistir en su postura inicialmente férrea de no aceptar ayuda alguna.
El gobernador del Banco Central Irlandés, Patrick Honohan, había indicado el jueves que la UE concedería a Irlanda un «crédito considerable, de varias decenas de miles de millones de euros». Durante las conversaciones sobre un paquete de ayuda de hasta 100.000 millones de euros para Irlanda, los expertos de Bruselas plantearon también elevar el impuesto a las empresas, que actualmente es de un 12,5%, para incrementar la recaudación fiscal.
Sin embargo, la viceprimera ministra, Mary Coughlan, ya puso de manifiesto el jueves la negativa rotunda del Ejecutivo a modificar tal impuesto y calificó el impuesto de «no negociable» en vista de que se trata de uno de los principales alicientes de Irlanda para atraer inversión extranjera.
Ahorros inmediatos
Mientras, el Gobierno de Dublín última los detalles de su plan de ajustes cuatrienal, un texto clave para determinar el coste final del rescate financiero a Irlanda. Según un portavoz oficial, el informe podría presentarse, tras numerosos retrasos, a principios de la próxima semana y, si este cuenta con el visto bueno de la UE y el FMI, los expertos de estos organismos podrían finalizar su misión en Dublín pocos días después.
El citado plan tiene previsto ahorrar unos 15.000 millones de euros y reducir así el déficit de Irlanda hasta el 3% en el 2014, después de cerrar este año en un insostenible 32%, informa Efe . La primera fase de ese plan echará a rodar el 7 de diciembre.