«Tiven chamadas para un posto de albanel, pero tiña que facer tamén fontanería e carpintería»
A CORUÑA CIUDAD
El caso de Amancio Castro es un ejemplo bastante común. Es albañil, oficial de primera. Es de Abegondo, tiene 49 años, a punto de cumplir uno más. Durante 22 trabajó en una empresa de construcción. Cerró. Tuvo suerte porque el derrumbe de la construcción que luego arrastró a la baja al consumo todavía no había llegado. Logró un nuevo empleo en otra empresa de A Coruña encargada de realizar tiendas para firmas de moda y complementos por toda España. Pero hace dos meses, tras varios años, le comunicaron como a otros compañeros que estaba despedido. La empresa no iba bien. Desde entonces ha ido a varias entrevistas. Pero luego no lo llaman.
«Fun a varias entrevistas para un albanel, pero tes que saber fontanería e carpintería, pero a camisa é para o lombo e os zapatos para os pés», explica. Por ahora prefiere ser optimista, aunque está en un grupo complicado.