El sindicato tensó la reunión anual en Caixanova al pedir al presidente que «disfrute de su jubilación». «Me iré cuando la ley me impida seguir», respondió el ejecutivo
27 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Hicieron falta hasta cuatro interpelaciones de portavoces de UGT, Comisiones Obreras, CIG y Ayuntamiento de Pontevedra. Pero al final, el presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso, rompió meses de silencio y aclaró su deseo expreso de no abandonar la caja hasta que legalmente sea inviable seguir. Sucedió el pasado jueves, durante la asamblea general extraordinaria de la entidad, según testigos presenciales, la más tensa de los últimos años.
Distintas voces reclamaron del presidente explicaciones sobre las futuras alianzas que planea la entidad. Y la portavoz de UGT expresó el deseo del sindicato de que Gayoso tenga «un final digno» tras «más de 60 años de sacrificado trabajo». Subrayó el «derecho» del presidente a «disfrutar de su jubilación en compañía de su familia» y le invitó a «dejar en manos de su sucesor el puente de mando de esta nave, en tiempos tan complicados».? Contra pronóstico, Fernández Gayoso respondió: «Les noto muy preocupados por mi jubilación sepan que yo me iré cuando la ley me impida seguir, ni un minuto después».
La frase fue lo más comentado de la asamblea. En medios de la caja, se interpretó como «todo un mensaje». Ayer mismo, consejeros de la entidad valoraban la expresión del presidente como un «anuncio» dirigido a la Xunta, a la que le estaría advirtiendo de que será «imposible» pactar una salida negociada distinta de una jubilación forzosa.
El Ejecutivo autonómico cuenta con una baza legal para exigir el cese de Gayoso, al que se considera uno de los principales obstáculos para la fusión de las cajas gallegas. En el momento en que el BOE publique la admisión a trámite del recurso del Gobierno a la ley gallega de cajas, la paralización de los puntos recurridos dejaría en vigor normas antiguas que podrían forzar el abandono de sus cargos a los consejeros mayores de 70 años (3 en Caixanova y 7 en Caixa Galicia). La posibilidad es muy cuestionada por los servicios jurídicos de Caixanova, que han estudiado a fondo esta salida y la consideran «inviable».
Gayoso habló claro de su jubilación durante la asamblea del jueves, pero a lo que se negó en redondo fue a comentar las posibles alianzas en las que está trabajando su equipo directivo.
El portavoz de CC.?OO. pidió aclaraciones, tras argumentar que el sindicato vería con buenos ojos cualquier fórmula que garantice viabilidad y empleo. Comisiones, que firmó el apoyo a la fusión gallega, rechaza cualquier SIP que implique la creación de una ficha bancaria. La CIG, por boca de su representante, pidió la palabra para apostar por una fusión de Caixanova con Caixa Galicia. Y en los mismos términos habló el portavoz del Concello de Pontevedra.
UGT le pidió a Gayoso que aclarase si es cierto que trabaja en la integración en el SIP «más grande de España» (donde estarían Caja Murcia, Cajastur, Caja Cantabria y Sa Nostra). Lo hizo tras manifestar el rechazo «frontal» a esta fórmula de futuro. Pero el presidente de Caixanova reiteró hasta en tres ocasiones que ese punto «no está en el orden del día y no es el momento de abordarlo». «Cuando haya algo -aclaró-, será comunicado al consejo de administración y entonces tendrán cumplida información». También sin éxito, UGT solicitó explicaciones sobre las «diferencias» entre la auditoría que Deloitte hizo para la caja sobre la fusión gallega, y la que realizó KPMG por encargo de la Xunta. Ayer, el líder ugetista en Caixanova, Ramón del Pliego, criticó que no se hable «de lo que a la gente le preocupa» en el máximo órgano de representación de Caixanova, donde, matizó, «ha quedado claro que ya no hay una sola voz».