El comité de empresa de Pascual no ha recibido aún la comunicación oficial de la compañía ni del Ministerio de Trabajo de la presentación del expediente de regulación de empleo (ERE) que afecta a 225 trabajadores del grupo, 155 de ellos de la planta de Outeiro de Rei (Lugo), según el abogado que asesora a la plantilla.
El letrado apuntó que pese a que todavía no cuentan con el listado completo de los incluidos en el ERE, sospechan que de los 70 trabajadores afectados en la planta de Aranda de Duero, entre 40 y 50 prestan sus servicios en la provincia de Lugo como veterinarios y controladores. Si finalmente se confirma este extremo, el expediente afectaría al 80% de la plantilla de una provincia, con lo que la responsabilidad de su tramitación sería de la comunidad. Los trabajadores, ante el apoyo que están recibiendo de las Administraciones -las manifestaciones del conselleiro de Medio Rural y la proposición aprobada por unanimidad por el Parlamento-, creen que la resolución sería más favorable si procediera de la autonomía.
Los trabajadores están convencidos de que Pascual tiene planes para la fábrica de Outeiro de Rei, puntera en Europa, y a la que siguen aplicando innovaciones tecnológicas, inexplicables si tuvieran seguro el cierre, explican los trabajadores. Hay varias vías abiertas: que el postor se haga con la factoría y los trabajadores o despedirlos e indemnizarlos. Se baraja además que asuman la planta las cooperativas -la operación está aún muy verde- lideradaspor una firma cordobesa que trabaja para Mercadona.