«La política no está hecha para los empresarios, y esa me parece una cuestión que habría que revisar»
ECONOMÍA
Conoce bien Javier Guerra el sector textil. Aunque ya no la gestiona, sigue siendo el propietario de El Secreto del Mar, una firma viguesa que despegó en el 2002, cuando él y su socio se hicieron con la licencia de uso y distribución hasta el año 2012 de la marca de ropa juvenil El Niño Sweet Wear, propiedad de Andoni Galdeano y Herbert Newman. Ahora una de sus prioridades será ayudar al despegue del textil gallego desde la Xunta.
-¿Ya no está en su empresa?
-Ya no estoy en la gerencia de mi empresa. Cumplo con la ley de incompatibilidades. Soy el propietario, pero ya no la administro ni gestiono.
-Ahora no podrá pedir ayudas públicas.
-Mi empresa no ha tenido nunca una subvención del Igape. Y tampoco nunca hemos pedido un crédito. La ley dice que si mi empresa pidiera alguna subvención pública, yo no podría tener más del 10% de la propiedad. Pero también tengo que decir que la política no está hecha para los empresarios, y esa me parece una cuestión que habría que revisar, porque si no se pierde una riqueza importante que aporta la variedad de esta sociedad para la gestión pública.
-¿Como apoyará ahora al sector textil?
-Además de ayudarles a la internacionalización, estudiaremos detenidamente con ellos el plan que nos han presentado. Creo que hay que hacer una apuesta por el valor, porque nuestros productos sean más competitivos. Hay que aportar toda la inteligencia posible al producto.
-Pero aquí ya existen muchas marca, y algunas están a punto de afrontar una suspensión de pagos...
-Uno tiene marca o no en función de cómo compita. Eso lo define el consumidor. También puede ocurrir que algunas empresas necesiten mejorar su gestión. No puedo hablar de cada situación en particular. Pero hay que tener claro que cuanta más diferenciación tengamos, más margen podremos aplicarles a los precios. Y después hay que apoyar la financiación de las empresas.