Solbes advierte de que la cumbre del G-20 no tendrá resultados inmediatos

Julio Díaz de Alda

ECONOMÍA

El ministro dice que «uno no desayuna un café con leche y churros y por la noche está refundado el capitalismo»

12 nov 2008 . Actualizado a las 08:54 h.

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, aseguró ayer que la refundación del sistema capitalista no se hará en un día, en referencia a la cumbre del próximo día 15 en Washington, sino que necesitará tiempo y «muchísimo trabajo». En una entrevista radiofónica, Solbes confió en que en la reunión del G-20, a la que finalmente también asistirá España, se establecerán unos «criterios generales» y un procedimiento de trabajo, pero será preciso más tiempo para la reforma del actual sistema financiero. En este sentido, el también ministro de Economía recordó que para Bretton Woods -la cumbre en la que en el año 1944 el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) establecieron las reglas financieras y comerciales que el mundo conoce hasta ahora- fueron precisos dos años previos de discusión «para llegar a resultados».

«Uno no entra a desayunar por la mañana a las 8 un café con leche y churros y por la noche está refundado el capitalismo. Eso no funciona así», afirmó.

El grifo del crédito

Por otra parte, durante su participación en la asamblea anual del Instituto de Empresa Familiar (IEF), se mostró convencido de que las entidades financieras terminarán dando más pronto que tarde el crédito que hoy se resisten a conceder «porque es su negocio». Tras defender el esfuerzo realizado por el Gobierno para afrontar la crisis -«lo hecho hasta ahora no son parches», dijo-, reconoció sin embargo que las medidas de ayuda «todavía se notan poco» en la economía real. Esto es, entre familias y empresas. Solbes aseguró que el Banco Central Europeo (BCE) tiene aún margen de maniobra para rebajar los tipos de interés, y confió en que a finales del 2009 «el contexto económico vuelva a la normalidad».? En su intervención, Solbes sacó pecho por la inyección de liquidez facilitada al sistema financiero y a las familias en los últimos meses, que cifró en 40.700 millones de euros. Y se preguntó de forma retórica «¿Dónde estaríamos ahora si eso no se hubiera hecho?». A pesar de reconocer que el crédito sufre una suerte de cuello de botella, pues -recordó- los bancos devuelven cada día al BCE cientos de miles de millones que no prestan a sus clientes, el vicepresidente se mostró optimista.

A su juicio, las entidades abrirán el grifo. «Es su fin último, viven de eso», sentenció.

Pago de impuestos

Interrogado por los representantes de la empresa familiar sobre los problemas de liquidez y financiación del sector, el vicepresidente afirmó, sin dar detalles, que aún queda margen para ampliar la moratoria de los pagos de los impuestos a la hacienda pública. «Vamos a seguir trabajando en nuevas líneas de financiación a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO)», señaló. En los últimos días, el Gobierno ha insinuado que mejorará los márgenes que la ley permite para que los empresarios paguen las cotizaciones a la Seguridad Social de sus trabajadores. «Se trata de ir un poco más allá», destacó Solbes. El fin último es mejorar el denominado capital circulante de las compañías, sean grandes o pequeñas, y que es el que se destina a pagar a proveedores, los salarios, los costes corrientes (la luz, el agua, etcétera), pero no las inversiones.

Junto al pequeño tirón de orejas a las entidades, al afirmar que disponen de liquidez suficiente que después no prestan, Pedro Solbes enfatizó que medidas como el fondo de adquisición de activos o los avales al sistema financiero no son «una ayuda a la banca».

En un mensaje dirigido claramente a los sindicatos, el vicepresidente segundo del Gobierno dio a entender que, aunque importante, no es prioritario elevar el sistema de protección al desempleo.