Los fabricantes de coches dijeron al cierre del primer semestre que la segunda mitad del año iba a ser igual o peor que la primera y las cifras de julio les dan la razón. La patronal Anfac (Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles) hizo público ayer un balance correspondiente al pasado mes que cifra en un 28% la caída de las ventas en el mercado gallego, medio punto por encima de la suma de las comunidades españolas (-27,5%).
Según la estadística del sector, los concesionarios de Galicia matricularon durante en julio una media de 191 unidades por día laborable que suman 5.176 coches. Esta cifra, añadida al acumulado del año arroja un total de 35.433 vehículos, que comparados con el volumen de ventas del mismo período del año pasado arroja un resultado tan negativo como que entre enero y julio los concesionarios gallegos han vendido 9.132 unidades menos.
Es el tercer mes consecutivo de fuerte caída del mercado, con el agravante de que julio suele ser el de mayor volumen de matriculaciones mensuales (con un promedio de 160.000). Fuentes de Anfac aseguran que habría que remitirse a 1997 para encontrar un registro similar (125.000 unidades), en un año en el que se superó por poco la cifra de un millón de matriculaciones.
Para los concesionarios es «alarmante» el comportamiento del canal de compra de particulares, que en julio cayó un 29,2%, y en los siete meses del año muestra un descenso también inquietante del 22,2%, registros, en ambos casos, superiores a la previsión de cierre de ejercicio. También se unen en julio a la senda descendente las compras de las empresas de alquiler, que retroceden un 18%.
Revisión a la baja
Aránzazu Mur, directora de Economía de Anfac, explicó que julio, un período habitualmente de gran volumen, ha sido en esta ocasión un «mal mes», con una cifra de matriculaciones inferior incluso a las de marzo o abril de este año, y en línea con las de un momento de baja demanda en años normales. La portavoz de los fabricantes considera bastante significativo el hecho de que se hayan acumulado tres meses consecutivos con descensos por encima del 20% y con el agravante de una demanda de particulares -supone las tres cuartas partes del mercado-, también en caída libre. Sobre una posible nueva revisión a la baja del cierre del año, Mur afirmó que, «manteniéndose resultados como estos, se hará inevitable». Explica que el de septiembre será un resultado fundamental para abordar el nuevo escenario que, según aseguró «no encierra factores de optimismo».