La nueva Lei de Pesca de Galicia sacará a concurso público las concesiones una vez expire su vigencia
13 jul 2008 . Actualizado a las 02:00 h.No son solo los bateeiros quienes tendrán que medirse con posibles rivales si quieren seguir siendo titulares de la parcela en la que ahora cultivan mejillón. Las playas, tradicionalmente entregadas en concesión administrativa a las cofradías de pescadores para su explotación marisquera, también saldrán a concurso público, si prospera la Lei de Pesca de Galicia tal y como está redactada en el proyecto al que el pasado jueves el Consello da Xunta dio su visto bueno.
Eso significa que, una vez expire el plazo temporal de 30 años por la que fueron otorgadas, la renovación no será automática como hasta ahora, sino que se abrirá un proceso «obxectivo e transparente» al que podrán concurrir «as asociacións que teñan produtores de base, independientemente da súa natureza xurídica», explicó Miguel López Sieiro, secretario xeral de la Consellería de Pesca.
Sieiro abundó en que para resolver esa fase de concurso público se establecerá un baremo en el que haber sido titular de una concesión administrativa para la explotación marisquera, así como la antigüedad y la experiencia serán criterios de valoración preferente, pero no los únicos.
Algo básico para obtener la concesión será el proyecto de gestión que deberán presentar las personas físicas o jurídicas que quieran optar a la explotación de los arenales. En ese plan, los aspirantes detallarán su propuesta de cultivo para la zona de dominio público que estén interesados en explotar: «Ao mellor hoxe hai confrarías que son titulares de catro millóns de metros cadrados e so traballan ou precisan a metade», señaló Sieiro.
Para esa superficie sobrante «pode que algunha asociación, cooperativa ou incluso calquera cidadán teña un proxecto e que o queira explotar; non se pode permitir que esas áreas queden valeiras porque se estaría privando á economía galega de algo do que pode beneficiarse», argumentó.
En cuanto a la posible fuente de conflictos que ese concurso público para hacerse con las concesiones administrativas puede generar en el seno de algunas cofradías, donde cabildo y agrupación de mariscadores están enfrentadas, el secretario xeral explicó que cada una puede presentar su propio proyecto de gestión y será «la viabilidade técnica deste o criterio de desempate».
Licencia para mariscar
En cuestión de marisquero, la apertura de las playas a la libre concurrencia no es la única novedad. También habrá cambios en los títulos que habilitan a una persona para dedicarse a la profesión. Dejarán de tener el permex (permiso de explotación) para disponer de una licencia profesional, distinta si el titular ejerce el marisqueo a pie o si lo hace a flote. Y dejarán de tener que renovarla cada año. No será como en el caso de la pesca, que ser otorgará con carácter indefinido, pero una vez la obtengan se olvidarán de los trámites en los siguientes cinco años. No se expide sin fecha de caducidad porque, a diferencia de la actividad extractiva, el marisqueo «leva aparellado unha serie de traballos, como o da vixilancia, a limpeza, a da semente» y limitar el período de vigencia del permiso es una forma de presionar para que la gente cumpla con esas obligaciones.
La creación de la licencia de marisqueo responde a la necesidad de «racionalizar os recursos». Hay embarcaciones que solo se dedican en exclusiva al marisqueo, aunque tengan en su permex autorización para emplear artes de pesca. Que las que se dediquen durante todo el año al marisqueo tengan una licencia específica para esa actividad puede dejar hueco para aumentar los permisos pesqueros.?
, durante todo el año.