La Xunta cree que no hay razones para cambiar la política económica

M. Beramendi / M.?A. Rodríguez

ECONOMÍA

El Gobierno central admite que el Estado no volverá a registrar superávit hasta el año 2011

31 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Los bancos centrales del mundo apostaron por la inyección de liquidez para resolver la crisis financiera. Y los Gobiernos central y autonómico se han decantado por las inyecciones de optimismo. Pese a la fuerte desaceleración del PIB, el incremento del paro y el imparable aumento de algunos precios, el Ejecutivo central y la Xunta se apoyan en un mismo pilar: la economía española y gallega tienen fundamentos sólidos para sortear la desaceleración. Casi a la misma hora en la que el vicepresidente económico aseguraba que es «enormemente exagerado» hablar de crisis -término que él identifica con recesión-, el conselleiro de Economía defendía en un desayuno informal con periodistas que no hay ningún motivo para modificar la política económica gallega.

José Ramón Fernández Antonio recordó que, pese a la desaceleración, Galicia mantiene un diferencial de crecimiento positivo de medio punto respecto a España gracias al menor bum inmobiliario que ha padecido la comunidad. El máximo responsable de la estrategia macroeconómica gallega se reafirmó en la estrategia anunciada en otras ocasiones: intensificar las inversiones productivas y las iniciativas de educación e innovación ?-así se hará en los presupuestos del 2009- y profundizar en el diálogo social, instrumento que, a su juicio, ha servido para dotar a la autonomía de una herramienta diferenciada para generar confianza y promover inversiones.

Precisamente ahora está a punto de aprobarse con los agentes sociales un plan de competitividad (la Consellería de Industria ya ha cerrado un acuerdo con sindicatos y patronal sobre la estrategia industrial y de innovación) cuyo borrador fue inicialmente cuestionado por algunos actores del diálogo al entender que era excesivamente generalista y no precisaba inversiones ni plazos. El conselleiro sostiene que su diagnóstico a corto plazo se construye con los datos y pronosticó que el 2008 cerrará con un euríbor próximo al 4%, una inflación del 3,5% y un crecimiento medio (declinó precisar el dato) 0,5 puntos superior al español.

A mucha distancia, pero casi a la misma ahora, Solbes apelaba desde Madrid a la solidez de la economía española y mostraba su confianza en que la recuperación comenzará con el segundo semestre. A su juicio, ninguna de las causas que han provocado la actual desaceleración tienen que ver con elementos de fondo de la economía española.

El ministro hacía este diagnóstico -que contrasta con el de Funcas, que prevé la entrada en recesión- el día en el que el Gobierno aprobaba el límite de gasto no financiero del Estado para el 2009, que se situará en 160.158 millones de euros. Esta cifra representa un incremento del 5% respecto a este año (7.626 millones más), en línea con el crecimiento previsto del producto interior bruto nominal. Además, Solbes ratificó los objetivos de estabilidad para el trienio 2009-2011, con lo que el Estado no volverá a registrar superávit hasta ese año.