La situación es cada vez más preocupante, los bancos se niegan a recoger operaciones que vengan de otras entidades y aseguran que el 90% de las refinanciaciones son de firmas de la construcción. El presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Pontevedra y portavoz autonómico del sector, Javier Garrido, asegura que la situación de las firmas se agravará y otras muchas corren el riesgo de tener que acudir al concurso de acreedores si los bancos continúan en la misma tesitura. «No nos prestan dinero para el circulante porque no ven el final claro. No contábamos con esta reacción y si no nos ayudan podría haber muchos problemas concursales», señala.
Desde las asociaciones de constructores aseguran que tienen más riesgo de caer las empresas unipersonales que surgieron a partir del bum inmobiliario. Para la mayor parte de estas, el proceso concursal no será más que un paso previo a la quiebra final. El resto buscan en la refinanciación o la ley concursal un punto de inflexión que las aleje de la crisis que ya ha llevado a 18 empresas del sector a presentar suspensión de pagos en el último año.