El perfil de la diáspora de Galicia en las islas se ha transformado

La Voz

ECONOMÍA

25 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

«En estos momentos el colectivo de gallegos más numeroso está en Fuerteventura, por su tardío bum de la construcción. Esos fenómenos de mucho trabajo también se dieron en otras islas, como fue el caso de Gran Canaria, pero fue hace cincuenta años y en aquella ocasión era la pesca». Así explica el cambio del perfil de la emigración gallega en el archipiélago canario Ricardo Villares, presidente de la Casa de Galicia de Las Palmas, una institución con más de medio siglo de vida.

Natural de Vilalba -«aunque con 9 años me fui a Ferrol», recuerda-, Villares llegó a Las Palmas con 21 años, «y aquí eché otras raíces». Observador de excepción de las transformaciones de la isla, explica cómo hace veinticinco años «los datos estadísticos arrojaban una cifra de 18.000 gallegos en Las Palmas, pero luego, como las flotas pesqueras fueron desapareciendo, también se redujo el número de personas aquí, y ahora en la capital no habrá más de 2.000 gallegos, porque no es un municipio exclusivamente turístico. El mapa de los gallegos fue moviéndose hacia el sur, en función del turismo y los servicios, en busca de trabajo».

El presidente de la Casa de Galicia estima que ahora en toda la isla habrá en torno a 7.000 gallegos, y matiza que están empleados en todos los sectores: funcionarios, médicos, militares, empresarios, etcétera.? La misma apreciación la realizan el presidente del Centro Gallego de Santa Cruz de Tenerife, el pontevedrés Eduardo Solla, y la vicepresidenta del Centro Gallego de Tenerife Sur, la ourensana Ana Valiño. «Los gallegos han venido aquí a trabajar y, aunque es cierto que algunos han regresado, no ha sido masivo», sostiene Valiño, para apuntar que fue precisamente en Las Palmas y el sur de Tenerife donde comenzó la instalación de la comunidad. «Aquí el bum de la construcción fue en los años setenta y la fama de las brigadas de gallegos y vascos, que trabajaban a destajo, se mantiene», añade. Una curiosidad: el presidente del centro, Alberto Moure Ramos, es constructor.