El efecto exacto de la nueva tarifa eléctrica de horario discriminado en el recibo doméstico de la luz continúa sin poner de acuerdo a organizaciones de consumidores, profesionales del sector y autoridades públicas. Un estudio de la OCU afirma que si no se realizan las reformas precisas en la instalación eléctrica, y no se cuidan los hábitos de consumo, la factura puede llegar a subir hasta un 40%.
Algunos profesionales instaladores coinciden con esta visión, si bien otros han salido en defensa del ministerio y aseguran que, con los cambios en los calefactores acumuladores y la ampliación de las horas valle (a las que se aplica un descuento del 47%), las subidas máximas no deberían superar el 5%.
Ayer, el Ministerio de Industria le dio una nueva vuelta de tuerca a esta disparidad de criterios. La Dirección General de Energía afirma tener estudios realizados que prueban que el nuevo sistema de horario discriminado «supondrá un ahorro de hasta el 8%», respecto a la tarifa nocturna actual.
Optimismo no compartido
El informe, que no ha sido hecho público hasta ahora, tiene en cuenta los consumos medios en España y el uso de las horas punta y valle. Según las estimaciones de los técnicos del Ministerio de Industria, una familia que no varíe sus hábitos con el paso a la nueva tarifa no debería pagar más en el recibo de la luz. «Lo normal es que se le rebaje al menos un 2%», subrayó una fuente del ministerio.
El optimismo del departamento que dirige Joan Clos no es compartido por la Xunta de Galicia. La Consellería de Industria ha hecho públicas estimaciones que sitúan el previsible aumento de la factura por encima del 30% en algunos casos.