Rajoy acusa a Zapatero de ser «un riesgo para el bolsillo de los españoles»

Cecilia Cuerdo

ECONOMÍA

El líder del PP promete una reducción de impuestos «más importante» que la realizada por José María Aznar si gana las elecciones.

10 nov 2007 . Actualizado a las 20:13 h.

Mariano Rajoy responsabilizó hoy al Ejecutivo de la subida del precio de la cesta de la compra y acusó José Luis Rodríguez Zapatero, de ser «un serio riesgo para el bolsillo de los españoles». La coyuntura económica propició al líder del PP la excusa que buscaba para recuperar el viejo discurso de que la derecha gestiona mejor. Defendió así que el Gobierno socialista ha dilapido la herencia que dejó su partido tras ocho años de mandato por enredarse en asuntos que, como la alianza de civilizaciones o las reformas estatutarias, «no le importan a nadie». Y prometió que él hará de la economía su prioridad.

Rajoy- que presentó las líneas maestras del programa electoral para las elecciones andaluzas en San Fernando (Cádiz)- trató de sacar punta al hecho que «los precios de los productos de primera necesidad se hayan disparado» hasta el punto de que «un litro de leche vale ahora más que un litro de gasoil» y destacó que las empresas y las familias españolas están «más endeudadas» a causa de que los salarios medios no suben por encima de los precios «sino por debajo de los mismos».

El presidente del PP aseguró que, si llega al Gobierno, realizará una reforma de impuestos «más importante» que la llevada a cabo por los Ejecutivos de José María Aznar entre 1996 y 2004 a fin de dar «más recursos económicos a la gente y mejorar el bienestar para los que tienen más y, sobre todo, para los que tienen menos». Como garantía de éxito, recordó el paso de los suyos por La Moncloa. «Sabemos hacerlo -dijo- y volveremos a hacerlo».

Los populares creen que la economía es su gran baza electoral para los comicios del próximo mes de marzo y dedicarán los próximos meses a poner el foco en las dificultades domésticas del ciudadano común, que no siente en su vida diaria los beneficios de las grandes cifras macroeconómicas exhibidas con alborozo por Zapatero.

El filón se hace más grande si se tiene en cuenta que el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, alertó este mismo viernes del peligro de una espiral inflacionista y rebajara las previsiones de crecimiento.

Nada nuevo

«En épocas de incertidumbre económica, no se puede tener al frente del Gobierno a aquel que no se ha ocupado de la economía y ha liquidado una de las mejores herencias económicas sin aumentar para nada el nivel de vida de los españoles», defendió Rajoy. Según él, los socialistas han sido «incapaces de producir nada nuevo».

Por eso, defendió que ha llegado el momento de que el PP -que «está en su mejor momento político desde el año 2000», aseguró- arregle «los problemas» que «otros» no han querido arreglar.

«Se ha discutido cuántas naciones hay en España y se han hecho cambios en el modelo de Estado que nadie demandaba -dijo-; se ha debatido sobre la historia de España, la reciente y la no tan reciente, olvidándose el espíritu de la transición y de la voluntad que se plasmó en la Constitución de 1978 de mirar al futuro». Rajoy aseguró que, en cambio, Zapatero ha obviado de lo esencial «de lo que pasa en el mundo, de las nuevas tecnologías, de la sociedad de la información, de la competencia que para los productos, las empresas y la generación de riqueza en España suponen países como China o la India, que producen y crecen».

El líder del PP auguró que el cambio y las mejoras de gestión se producirán también en Andalucía, «como ya ha ocurrido en Madrid, Valencia o Murcia», y destacó que el programa electoral elaborado por el presidente del PP-A, Javier Arenas, «apuesta por los intereses reales de las personas». Por su parte, Arenas aseveró que Andalucía «tiene derecho a cambiar» y a tener una «oportunidad de transformar las cosas que no funcionan», por lo que abogó por la alternancia. «Cuando un programa político se agota y los gobernantes son incapaces de dar respuestas a las demandas de los ciudadanos -remarcó- es propio de la lógica democrática que una fuerza política con nuevas ideas sustituya a la que ha agotado las suyas».